Sumos Pontífices
Benedicto XVI
Paz
AÑO 2005
NOVIEMBRE
*Es deber de toda
persona de buena voluntad, y especialmente de todo creyente, ayudar a
construir una sociedad pacífica y a superar la tentación de agresividad y
enfrentamiento (Mensaje, 4 de noviembre).
DICIEMBRE
*La verdad de la paz
llama a todos a cultivar relaciones fecundas y sinceras, estimula a buscar y a
recorrer la vía del perdón y la reconciliación, a ser transparentes en las
negociaciones y fieles a la palabra dada (Mensaje, 8 de diciembre).
*Aprendamos a
fundamentar la paz en la verdad de una existencia cotidiana inspirada en el
mandamiento del amor (Mensaje, 8 de diciembre).
AÑO 2006
ENERO
*No se puede hablar
de paz allá donde el hombre no tiene ni siquiera lo indispensable para vivir
con dignidad (Discurso, 9 de enero).
ABRIL
*El restablecimiento
de una paz verdadera sólo será posible mediante el perdón generosamente dado y
mediante la reconciliación efectivamente realizada entre las personas y entre
los grupos implicados (Discurso, 3 de abril).
SEPTIEMBRE
*Por tanto, a nadie
le es lícito servirse de la diferencia religiosa como presupuesto o pretexto
para una actitud beligerante hacia los demás seres humanos (Mensaje, 2 de
septiembre).
*En primer lugar, la
paz se debe construir en los corazones. Ahí es donde se desarrollan los
sentimientos que pueden alimentarla o, por el contrario, amenazarla,
debilitarla y ahogarla (Mensaje, 2 de septiembre).
DICIEMBRE
*La paz es la meta a
la que aspira la humanidad entera (Homilía, 2 de diciembre).
*Para los creyentes
“paz” es uno de los nombres más bellos de Dios, que quiere el entendimiento
entre todos sus hijos (Homilía, 2 de diciembre).
*Peligra también la
paz por la indiferencia ante lo que constituye la verdadera naturaleza del
hombre (Mensaje, 8 de diciembre).
*Una paz estable y
verdadera presupone el respeto a los derechos del hombre (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La paz es al mismo
tiempo un don y una tarea (Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz es una
característica del obrar divino, que se manifiesta tanto en la creación de un
universo ordenado y armonioso como en la redención de la humanidad, que
necesita ser rescatada del desorden del pecado (Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz se basa en
el respeto de todos (Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz necesita que
se establezca un límite claro entre lo que es y no es disponible: así se
evitarían intromisiones inaceptables en ese patrimonio de valores que es
propio del hombre como tal (Mensaje, 8 de diciembre).
*El aborto y la
experimentación sobre los embriones son una negación directa de la actitud de
acogida del otro, indispensable para establecer relaciones de paz duradera
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz peligra no
sólo por el conflicto entre las concepciones restrictivas del hombre, o sea,
entre las ideologías. Peligra también por la indiferencia ante lo que
constituye la verdadera naturaleza del hombre (Mensaje, 8 de diciembre).
*El reconocimiento y
el respeto de la ley natura es un gran punto de encuentro y, por tanto, un
presupuesto fundamental para una paz auténtica (Mensaje, 8 de diciembre).
AÑO 2007
AGOSTO
*Esta expresión de
Cristo (la espada) significa que la paz que vino a traer no es sinónimo de
simple ausencia de conflictos (Ángelus, 19 de agosto).
*La paz de Jesús es
fruto de una lucha constante contra el mal (Ángelus, 19 de agosto).
*Los cristianos se
convierten en “instrumentos de su paz”, según la célebre expresión de san
Francisco de Asís. No de una paz inconsciente y aparente, sino real, buscada
con valentía y tenacidad en el esfuerzo diario por vencer al mal con el bien y
pagando personalmente el precio que esto implica (Ángelus, 19 de agosto).
DICIEMBRE
*El lenguaje familiar es un lenguaje de paz; a él
es necesario recurrir siempre para no perder
el uso del vocabulario de la paz (Mensaje, 8 de diciembre).
*La comunidad
social, para vivir en paz, está llamada a inspirarse también en los valores
sobre los que se rige la comunidad familiar (Mensaje, 8 de diciembre).
AÑO 2008
DICIEMBRE
*La paz auténtica
sólo es posible cuando reina la justicia (Discurso, 18 de diciembre).
AÑO 2009
FEBRERO
*Combatiendo la
pobreza, ayudamos más a que la paz se establezca y arraigue en los corazones
(Discurso, 27 de febrero).
SEPTIEMBRE
*Para realizar obras
de paz hay que ser hombres de paz (Ángelus, 20 de septiembre).
*Si cada quien, en
su propio ambiente, logra rechazar la mentira y la violencia en las
intenciones, en las palabras y en las acciones, cultivando con esmero
sentimientos de respeto, de comprensión y de estima por los demás, quizás no
resolvería todos los problemas de la vida cotidiana, pero podría afrontarlos
con más serenidad y eficacia (Ángelus, 20 de septiembre).
DICIEMBRE
*La paz sólo puede
realizarse si se llega a una reconciliación interior (Discurso, 21 de
diciembre).
AÑO 2010
ENERO
*La violencia no
debe ser nunca, para nadie, la manera de resolver las dificultades (Ángelus,
10 de enero).
ABRIL
*Los creyentes saben
que la paz no sólo es fruto de planificaciones y de actividades humanas, sino
que ante todo es un don de Dios a los hombres de buena voluntad (Discurso,
22de abril).
*La justicia y el
perdón representan los pilares básicos de esta paz. La justicia asegura un
pleno respeto de los derechos y deberes, y el perdón sana y reconstruye desde
sus cimientos las relaciones entre las personas (Discurso, 22 de abril)
*La paz no es
únicamente la ausencia de conflictos; también es un don y una tarea que
conlleva obligaciones para los ciudadanos y para el Estado (Discurso, 29 de
abril).
SEPTIEMBRE
*Entre los múltiples ámbitos de
compromiso, el Sínodo ha recomendado ardientemente la promoción de la
reconciliación y la paz (Exhortación Apostólica-102, 30 de septiembre).
*En el contexto actual, es necesario
más que nunca redescubrir la Palabra de Dios como fuente de reconciliación y
paz, porque en ella Dios reconcilia en sí todas las cosas: Cristo «es
nuestra paz» (Ef 2,14), que
derriba los muros de división (Exhortación Apostólica-102, 30 de septiembre).
*Una vez más, deseo reiterar que la
religión nunca puede justificar intolerancia o guerras. No se puede utilizar
la violencia en nombre de Dios. Toda religión debería impulsar un uso correcto
de la razón y promover valores éticos que edifican la convivencia civil
(Exhortación Apostólica-102, 30 de septiembre).
*Fieles a la obra de reconciliación
consumada por Dios en Jesucristo, crucificado y resucitado, los católicos y
todos los hombres de buena voluntad han de comprometerse a dar ejemplo de
reconciliación para construir una sociedad justa y pacífica (Exhortación
Apostólica-102, 30 de septiembre).
OCTUBRE
*La paz es el anhelo
que tiene todo hombre que se precie de este nombre (Discurso, 18 de octubre).
*La paz, como don
del divino Salvador, es también una tarea a la que todos han de cooperar sin
vacilación (Discurso, 18 de octubre).
*La paz, que es don de Dios,
también es el resultado de los esfuerzos de
los hombres de buena voluntad, de las instituciones nacionales e
internacionales, y en particular de los Estados más implicados en la búsqueda
de la solución de los conflictos (Homilía
24 de octubre).
*Nunca debemos
resignarnos a la falta de paz. La paz es posible. La paz es urgente (Homilía,
24 de octubre).
*La paz es la
condición indispensable para una vida digna de la persona humana y de la
sociedad (Homilía, 24 de octubre).
DICIEMBRE
*La defensa de la paz se verá
facilitada asimismo con el cuidado del entorno natural, pues son realidades
íntimamente relacionadas entre sí (Discurso, 3 de diciembre).
*La ilusión
de encontrar en el relativismo moral la clave para una pacífica convivencia,
es en realidad el origen de la división y negación de la dignidad de los seres
humanos. Se comprende entonces la necesidad de reconocer una doble dimensión
en la unidad de la persona humana: la
religiosa
y la
social (Mensaje, 8 de diciembre).
*Si la libertad
religiosa es camino para la paz, la
educación religiosa es una vía privilegiada que capacita a las nuevas
generaciones para reconocer en el otro a su propio hermano o hermana, con
quienes camina y colabora para que todos se sientan miembros vivos de la misma
familia humana, de la que ninguno debe ser excluido (mensaje, 8 de diciembre).
*En un mundo
globalizado, caracterizado por sociedades cada vez más multiétnicas y
multiconfesionales, las grandes religiones pueden constituir un importante
factor de unidad y de
paz para la familia humana. Sobre la base de las
respectivas convicciones religiosas y de la búsqueda racional del bien común,
sus seguidores están llamados a vivir con responsabilidad su propio compromiso
en un contexto de libertad religiosa (Mensaje, 8 de diciembre).
*En las diversas
culturas religiosas, a la vez que se debe rechazar todo aquello que va contra
la dignidad del hombre y la mujer, se ha de tener en cuenta lo que resulta
positivo para la convivencia civil (Mensaje, 8 de diciembre).
*El espacio público,
que la comunidad internacional pone a disposición de las religiones y su
propuesta de “vida buena”, favorece el surgir de un criterio compartido de
verdad y de bien, y de un consenso moral, fundamentales para una convivencia
justa y pacífica (Mensaje, 8 de diciembre).
*La violencia no se
vence con la violencia (Mensaje, 8 de diciembre).
*La
paz es un don de Dios y al mismo tiempo un proyecto que realizar, pero que
nunca se cumplirá totalmente (Mensaje, 8 de diciembre).
*Una sociedad
reconciliada con Dios está más cerca de la paz, que no es la simple ausencia
de la guerra, ni el mero fruto del predominio militar o económico, ni mucho
menos de astucias engañosas o de hábiles manipulaciones (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La paz es el
resultado de un proceso de purificación y elevación cultural, moral y
espiritual de cada persona y cada pueblo, en el que la dignidad humana es
respetada plenamente (Mensaje, 8 de diciembre).
*Invito a todos los
que desean ser constructores de paz, y sobre todo a los jóvenes, a escuchar la
propia voz interior, para encontrar en Dios referencia segura para la
conquista de una auténtica libertad, la fuerza inagotable para orientar el
mundo con un espíritu nuevo, capaz de no repetir los errores del pasado
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La libertad
religiosa es un arma auténtica de la paz, con una
misión histórica y profética.
En efecto, ella valoriza y hace fructificar las más profundas cualidades y
potencialidades de la persona humana, capaces de cambiar y mejorar el mundo.
Ella permite alimentar la esperanza en un futuro de justicia y paz, también
ante las graves injusticias y miserias materiales y morales (Mensaje, 8 de
diciembre).
*Que todos los
hombres y las sociedades, en todos los ámbitos y ángulos de la Tierra, puedan
experimentar pronto la libertad religiosa, camino para la paz (Mensaje, 8 de diciembre).
AÑO 2011
ENERO
*La paz también es
un valor humano que se ha de realizar en el ámbito social y político, pero
hunde sus raíces en el misterio de Cristo (Homilía, 1 de enero).
*Sí, Jesús es
nuestra paz. Él trajo al mundo la semilla del amor y de la paz, más fuerte que
la semilla del odio y de la violencia: Más fuerte porque el Nombre de Jesús es
superior a cualquier otro nombre, contiene todo el señorío de Dios (Ángelus, 1
de enero).
*Quien está en
camino hacia Dios no puede menos de transmitir paz; quien construye paz no
pude menos de acercarse a Dios (Ángelus, 1 de enero).
SEPTIEMBRE
*El tema
del encuentro por la paz
«Convivir - nuestro destino» nos recuerda
que nosotros, seres humanos, estamos vinculados unos a otros. Este vivir
juntos es, en definitiva, una sencilla predisposición que deriva directamente
de nuestra condición humana. Por lo tanto, nuestra tarea es darle un contenido
positivo (Mensaje, 1 de septiembre).
*Vivir juntos puede transformarse en
un vivir los unos contra los otros, puede llegar a ser un infierno si no
aprendemos a acogernos los unos a los otros, si cada uno no quiere ser otra
cosa que sí mismo. Pero abrirse a los demás, estar disponible para los demás
puede ser también un don (Mensaje, 1 de septiembre).
*Así, todo depende de la forma de
entender la predisposición a vivir juntos como compromiso y como don, de
encontrar el camino verdadero de la convivencia. Este vivir juntos, que en
otros tiempos podía limitarse a una región, hoy se vive a nivel universal. El
sujeto de la convivencia es hoy toda la humanidad (Mensaje, 1 de septiembre).
*Cuando nos reunimos entre cristianos,
recordamos por la fe bíblica que Dios es el creador de todos los hombres; sí,
Dios desea que formemos una única familia, en la cual todos somos hermanos y
hermanas (Mensaje, 1 de septiembre).
*Debemos aprender a vivir no los unos
al lado de los otros, sino los unos con los otros; o sea, debemos aprender a
abrir el corazón a los demás, permitir que nuestros semejantes compartan
nuestras alegrías, esperanzas y preocupaciones (Mensaje, 1 de septiembre).
*El corazón es el lugar donde el Señor
se hace cercano a nosotros. Por ello, la religión, centrada en el encuentro
del hombre con el misterio divino, está vinculada de manera esencial a la
cuestión de la paz (Mensaje, 1 de septiembre).
*Si la religión fracasa en el
encuentro con Dios, si abaja a Dios a nuestro nivel en lugar de elevarnos
hacia él; si lo hace, en cierto sentido, una propiedad nuestra, entonces, de
esta forma, puede contribuir a la disolución de la paz. En cambio, si la
religión conduce a lo divino, al creador y redentor de todos los hombres,
entonces se convierte en una fuerza de paz (Mensaje, 1 de septiembre).
*Todos llamados a dejar que el Dios
divino nos purifique, para convertirnos en hombres de paz (Mensaje, 1 de
septiembre).
*Nunca debemos desfallecer en nuestros
esfuerzos comunes en favor de la paz (Mensaje, 1 de septiembre).
*El campo en el cual debe prosperar el
fruto de la paz debe ser cultivado siempre. A menudo no podemos hacer otra
cosa más que preparar incesantemente y con numerosos pequeños pasos el terreno
para la paz en nosotros y en torno a nosotros; pensando también en los grandes
desafíos con los que no sólo cada uno se confronta, sino toda la humanidad,
como las migraciones, la globalización, las crisis económicas y la tutela de
la creación (Mensaje, 1 de septiembre).
*Es necesario el testimonio común de
todos aquellos que buscan a Dios con corazón puro, para realizar siempre más
la idea de una convivencia pacífica entre todos los hombres (Mensaje, 1 de
septiembre).
*La paz es un mandato permanente
confiado a nosotros y, al mismo tiempo, un don que se ha de pedir (Mensaje, 1
de septiembre).
*La política debe ser un compromiso
por la justicia y crear así las condiciones básicas para la paz (Discurso, 22
de septiembre).
OCTUBRE
*Como cristianos,
estamos convencidos de que la contribución más valiosa que podemos dar a la
causa de la paz es la oración (Audiencia, 26 de octubre).
*El Señor puede
iluminar nuestra mente y nuestro corazón y guiarnos a ser constructores de
justicia y de reconciliación en nuestras realidades cotidianas y en el mundo
(Audiencia, 26 de octubre).
*Este es el nuevo
reino de paz donde Cristo es el rey; y es un reino que se extiende por toda la
tierra (Audiencia, 26 de octubre).
*La discordia asume formas nuevas y
espantosas, y la lucha por la paz nos debe estimular a todos nosotros de modo
nuevo (Intervención, 27 de octubre).
*Es tarea de todos los que tienen
alguna responsabilidad de la fe cristiana el purificar constantemente la
religión de los cristianos partiendo de su centro interior, para que – no
obstante la debilidad del hombre – sea realmente instrumento de la paz de Dios
en el mundo (Intervención, 27 de octubre).
*Una segunda tipología de violencia de
aspecto multiforme tiene una motivación exactamente opuesta: es la
consecuencia de la ausencia de Dios, de su negación, que va a la par con la
pérdida de humanidad (Intervención, 27 de octubre).
*La Iglesia católica no cejará en la
lucha contra la violencia, en su compromiso por la paz en el mundo. Estamos
animados por el deseo común de ser «peregrinos de la verdad, peregrinos de la
paz» (Intervención, 27 de octubre).
*La dimensión espiritual es un
elemento clave en la construcción de la paz (Palabras, 27 de octubre).
NOVIEMBRE
*La paz de los hombres conseguida sin
la justicia es ilusoria y efímera (Exhort. Apost. Africae Munus 18, 19 de
noviembre).
*Sólo una auténtica reconciliación
engendra una paz duradera en la sociedad (Exhort. Apost. Africae Munus 21, 19
de noviembre).
*La paz auténtica viene de Cristo. No se parece a
la del mundo. No es fruto de negociaciones y acuerdos diplomáticos basados en
intereses. Es la paz de la humanidad reconciliada consigo misma en Dios, y de
la que la Iglesia es el sacramento (Exhort. Apost. Africae
Munus 30, 19 de noviembre).
*Dios
bendecirá un corazón reconciliado concediéndole su paz. Así pues, el cristiano
será artífice de paz (cf. Mt
5,9) en la medida en que, enraizado en la
gracia divina, colabore con el Creador en la construcción y la promoción del
don de la paz (Exhort. Apost. Africae Munus 170, 19 de noviembre).
DICIEMBRE
*Los discípulos
de Cristo Redentor saben que sin la atención al otro, el perdón, el amor
incluso a los enemigos, ninguna comunidad humana puede vivir en paz; y esto
comienza en la primera y fundamental sociedad que es la familia (Discurso, 2
de diciembre).
*La
paz es fruto de la justicia y efecto de la caridad. Y es ante todo don de Dios
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Los cristianos
creemos que Cristo es nuestra verdadera
paz: en Él, en
su cruz, Dios ha reconciliado consigo al mundo y ha destruido las barreras que
nos separaban a unos de otros; en Él, hay una única familia reconciliada en el
amor (Mensaje, 8 de diciembre).
*Pero la paz no es
sólo un don que se recibe, sino también una obra que se ha de construir
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La
paz para todos nace de la justicia de cada uno y ninguno puede eludir este
compromiso esencial de promover la justicia, según las propias competencias y
responsabilidades (Mensaje, 8 de diciembre).
*La
paz no es un bien ya logrado, sino una meta a la que todos debemos aspirar
(Mensaje. 8 de diciembre).
AÑO 2012
ENERO
*La paz nunca es un bien alcanzado
plenamente, sino una meta a la que todos debemos aspirar y por la que todos
debemos trabajar (Angelus, 1 de enero).
*La paz no es mera ausencia de guerra
ni resultado únicamente de la acción de los hombres para evitarla, sino, ante
todo, don de Dios que hay que suplicar con fe y que tiene en Jesús el camino
para alcanzarla (Discurso, 13 de enero).
*La paz auténtica, además, es una obra
que hemos de construir a diario aportando cada uno compasión, solidaridad,
fraternidad y colaboración (Discurso, 13 de enero).
ABRIL
*Paz y
justicia son fruto del orden justo, que está inscrito en la creación misma,
escrito en el corazón humano
y por tanto accesible a todas las personas
de buena voluntad, a todos los «peregrinos de verdad y de paz» (Mensaje, 27 de
abril).
SEPTIEMBRE
*Según las santas Escrituras, la paz
no es sólo un pacto o un tratado que favorece una vida tranquila, y su
definición no se puede reducir a la simple ausencia de guerra (Exhortación
Apostólica-9, 14 de septiembre).
*El fin de asegurar el dinamismo
necesario para construir y consolidar la paz, hay que volver incansablemente a
los fundamentos del ser humano (Discurso, 15 de septiembre).
*La dignidad del hombre es inseparable
del carácter sagrado de la vida que el Creador nos ha dado (Discurso, 15 de
septiembre).
*En el designio de Dios, cada persona
es única e irremplazable. Viene al mundo en una familia, que es su primer
lugar de humanización y, sobre todo, la primera que educa a la paz (Discurso,
15 de septiembre).
*Para construir la paz, nuestra
atención debe dirigirse a la familia para facilitar su cometido, y apoyarla,
promoviendo de este modo por doquier una cultura de la vida (Discurso, 15 de
septiembre).
*La eficacia del compromiso por la paz
depende de la concepción que el mundo tenga de la vida humana (Discurso, 15 de
septiembre).
*Si queremos la paz, defendamos la
vida. Esta lógica no solamente descalifica la guerra y los actos terroristas,
sino también todo atentado contra la vida del ser humano, criatura querida por
Dios (Discurso, 15 de septiembre).
*Para abrir a las generaciones futuras
un porvenir de paz, la primera tarea es la de educar en la paz, para construir
una cultura de paz (Discurso, 15 de septiembre).
*La educación en la paz formará así
hombres y mujeres generosos y rectos, atentos a todos y, de modo particular, a
las personas más débiles (Discurso, 15 de septiembre).
*Pensamientos de paz, palabras de paz
y gestos de paz crean una atmósfera de respeto, de honestidad y cordialidad,
donde las faltas y las ofensas pueden ser reconocidas con verdad para avanzar
juntos hacia la reconciliación (Discurso, 15 de septiembre).
*La libertad religiosa tiene una
dimensión social y política indispensable para la paz. Ella promueve una
coexistencia y una vida armoniosa a causa del compromiso común al servicio de
causas nobles y de la búsqueda de la verdad que no se impone por la violencia
sino por «la fuerza de la misma verdad»
(Dignitatis
humanae, 1),
la Verdad que está en Dios (Discurso, 15 de septiembre).
*Los creyentes tienen hoy, por tanto,
un papel esencial, el de testimoniar la paz que viene de Dios y que es un don
que se da a todos en la vida personal, familiar, social, política y económica
(Discurso, 15 de septiembre)).
DICIEMBRE
*El deseo de paz es
una aspiración esencial de cada hombre, y coincide en cierto modo con el deseo
de una vida humana plena, feliz y lograda (Mensaje, 8 de diciembre).
*El deseo de paz se
corresponde con un principio moral fundamental, a saber, con el derecho y el
deber a un desarrollo integral, social, comunitario, que forma parte del
diseño de Dios sobre el hombre (Mensaje, 8 de diciembre).
*El hombre está
hecho para la paz, que es un don de Dios (Mensaje, 8 de diciembre).
*En particular,
Jesucristo nos da la verdadera paz que nace del encuentro confiado del hombre
con Dios (Mensaje, 8 de diciembre).
*La bienaventuranza
de Jesús dice que la paz es al mismo tiempo un don mesiánico y una obra humana
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz presupone un
humanismo abierto a la trascendencia. Es fruto del don recíproco, de un
enriquecimiento mutuo, gracias al don que brota de Dios, y que permite vivir
con los demás y para los demás (Mensaje, 8 de diciembre).
*La ética de la paz
es ética de la comunión y de la participación (Mensaje, 8 de diciembre).
*Una condición
previa para la paz es el desmantelamiento de la dictadura del relativismo
moral y del presupuesto de una moral totalmente autónoma, que cierra las
puertas al reconocimiento de la imprescindible ley moral natural inscrita por
Dios en la conciencia de cada hombre (Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz es la
construcción de la convivencia en términos racionales y morales, apoyándose
sobre un fundamento cuya medida no la crea el hombre, sino Dios (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La paz concierne a
la persona humana en su integridad e implica la participación de todo el
hombre. Se trata de paz con Dios viviendo según su voluntad. Paz interior con
uno mismo, y paz exterior con el prójimo y con toda la creación (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La negación de lo
que constituye la verdadera naturaleza del ser humano en sus dimensiones
constitutivas, en su capacidad intrínseca de conocer la verdad y el bien y, en
última instancia, a Dios mismo, pone en peligro la construcción de la paz. Sin
la verdad sobre el hombre, inscrita en su corazón por el Creador, se menoscaba
la libertad y el amor, la justicia pierde el fundamento de su ejercicio
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Para llegar a ser
un auténtico trabajador por la paz, es indispensable cuidar la dimensión
trascendente y el diálogo constante con Dios, Padre misericordioso, mediante
el cual se implora la redención que su Hijo Unigénito nos ha conquistado. Así
podrá el hombre vencer ese germen de oscuridad y de negación de la paz que es
el pecado en todas sus formas: el egoísmo y la violencia, la codicia y el
deseo de poder y dominación, la intolerancia, el odio y las estructuras
injustas (mensaje, 8 de diciembre).
*La realización de
la paz depende en gran medida del reconocimiento de que, en Dios, somos una
sola familia humana (Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz es un orden
vivificado e integrado por el amor, capaz de hacer sentir como propias las
necesidades y las exigencias del prójimo, de hacer partícipes a los demás de
los propios bienes, y de tender a que sea cada vez más difundida en el mundo
la comunión de los valores espirituales (Mensaje, 8 de diciembre).
*La paz no es un
sueño, no es una utopía: la paz es posible. Nuestros ojos deben ver con mayor
profundidad, bajo la superficie de las apariencias y las manifestaciones, para
descubrir una realidad positiva que existe en nuestros corazones, porque todo
hombre ha sido creado a imagen de Dios y llamado a crecer, contribuyendo a la
construcción de un mundo nuevo (Mensaje, 8 de diciembre).
*Jesús es nuestra
paz, nuestra justicia, nuestra reconciliación (Mensaje, 8 de diciembre).
*El que trabaja por
la paz, según la bienaventuranza de Jesús, es aquel que busca el bien del
otro, el bien total del alma y el cuerpo, hoy y mañana (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La paz es
principalmente la realización del bien común de las diversas sociedades,
primarias e intermedias, nacionales, internacionales y de alcance mundial.
Precisamente por esta razón se puede afirmar que las vías para construir el
bien común son también las vías a seguir para obtener la paz (Mensaje, 8 de
diciembre).
*El camino para la
realización del bien común y de la paz pasa ante todo por el respeto de la
vida humana, considerada en sus múltiples aspectos, desde su concepción, en su
desarrollo y hasta su fin natural (Mensaje, 8 de diciembre).
*Auténticos
trabajadores por la paz son los que aman, defienden y promueven la vida humana
en todas sus dimensiones: personal, comunitaria y transcendente (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La vida en plenitud
es el culmen de la paz. Quien quiere la paz no puede tolerar atentados y
delitos contra la vida (Mensaje, 8 de diciembre).
*Quienes no aprecian
suficientemente el valor de la vida humana y, en consecuencia, sostienen por
ejemplo la liberación del aborto, tal vez no se dan cuenta que, de este modo,
proponen la búsqueda de una paz ilusoria. La huida de las responsabilidades,
que envilece a la persona humana, y mucho más la muerte de un ser inerme e
inocente, nunca podrán traer felicidad o paz (Mensaje, 8 de diciembre).
*En efecto, ¿cómo es
posible pretender conseguir la paz, el desarrollo integral de los pueblos o la
misma salvaguardia del ambiente, sin que sea tutelado el derecho a la vida de
los más débiles, empezando por los que aún no han nacido? (Mensaje, 8 de
diciembre).
*Cada agresión a la
vida, especialmente en su origen, provoca inevitablemente daños irreparables
al desarrollo, a la paz, al ambiente (Mensaje, 8 de diciembre).
*Por tanto,
constituye también una importante cooperación a la paz el reconocimiento del
derecho al uso del principio de la objeción de conciencia con respecto a leyes
y medidas gubernativas que atentan contra la dignidad humana, como el aborto y
la eutanasia, por parte de los ordenamientos jurídicos y la administración de
la justicia (Mensaje, 8 de diciembre).
*Dentro de la
actividad económica, el que trabaja por la paz se configura como aquel que
instaura con sus colaboradores y compañeros, con los clientes y los usuarios,
relaciones de lealtad y de reciprocidad (Mensaje, 8 de diciembre).
*Deseo reiterar con
fuerza que todos los que trabajan por la paz están llamados a cultivar la
pasión por el bien común de la familia y la justicia social, así como el
compromiso por una educación social idónea (Mensaje, 8 de diciembre).
*La familia es uno
de los sujetos sociales indispensables en la realización de una cultura de la
paz (Mensaje, 8 de diciembre).
*En la familia nacen
y crecen los que trabajan por la paz, los futuros promotores de una cultura de
la vida y del amor (Mensaje, 8 de diciembre).
*En esta inmensa
tarea de educación a la paz están implicadas en particular las comunidades
religiosas. La Iglesia se siente partícipe en esta gran responsabilidad a
través de la nueva evangelización, que tiene como pilares la conversión a la
verdad y al amor de Cristo y, consecuentemente, un nuevo nacimiento espiritual
y moral de las personas y las sociedades (Mensaje, 8 de diciembre).
*El encuentro con
Jesucristo plasma a los que trabajan por la paz, comprometiéndoles en la
comunión y la superación de la injusticia (Mensaje, 8 de diciembre).
*Las instituciones
culturales, escolares y universitarias desempeñan una misión especial en
relación con la paz. A ellas se les pide una contribución significativa no
sólo en la formación de nuevas generaciones de líderes, sino también en la
renovación de las instituciones públicas, nacionales e internacionales
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Aparece la
necesidad de proponer y promover una pedagogía de la paz. Ésta pide una rica
vida interior, claros y válidos referentes morales, actitudes y estilos de
vida apropiados (Mensaje, 8 de diciembre).
*Las iniciativas por
la paz contribuyen al bien común y crean interés por la paz y educan para
ella. Pensamientos, palabras y gestos de paz crean una mentalidad y una
cultura de la paz, una atmósfera de respeto, honestidad y cordialidad
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Es necesario
enseñar a los hombres a amarse y educarse a la paz, y a vivir con
benevolencia, más que con simple tolerancia (Mensaje, 8 de diciembre).
*Es necesario
renunciar a la falsa paz que prometen los ídolos de este mundo y a los
peligros que la acompañan; a esta falsa paz que hace las conciencias cada vez
más insensibles, que lleva a encerrarse en uno mismo, a una existencia
atrofiada, vivida en la indiferencia (Mensaje, 8 de diciembre).
*La pedagogía de la
paz implica acción, compasión, solidaridad, valentía y perseverancia (Mensaje,
8 de diciembre).
*Pido que todos sean
verdaderos trabajadores y constructores de paz, de modo que la ciudad del
hombre crezca en fraterna concordia, en prosperidad y paz (Mensaje, 8 de
diciembre).
AÑO 2013
ENERO
*A veces hoy se nos hace creer que la
verdad, la justicia y la paz son una utopía y que se excluyen mutuamente.
Parece imposible conocer la verdad y los esfuerzos por afirmarla parece que
desembocan con frecuencia en la violencia (Discurso, 7 de enero).
*Desde el punto de vista cristiano,
por el contrario, existe un vínculo íntimo entre la glorificación de Dios y la
paz de los hombres sobre la tierra, de modo que la paz no es fruto de un
simple esfuerzo humano sino que participa del mismo amor de Dios. Y es
precisamente este olvido de Dios, en lugar de su glorificación, lo que
engendra la violencia (Discurso, 7 de enero).
*La ignorancia del verdadero rostro de
Dios es la causa del fanatismo pernicioso de matriz religiosa,
que ha provocado víctimas en algunos países aquí. Como ya he afirmado,
se trata de una falsificación de la religión misma, ya que ésta por el
contrario busca reconciliar al hombre con Dios, iluminar y purificar las
conciencias y dejar claro que todo hombre es imagen del Creador (Discurso, 7de
enero).
*La construcción de la paz pasa
siempre por la protección del hombre y de sus derechos fundamentales
(Discurso, 7 de enero).
*Construir la paz significa educar a
los individuos a combatir la corrupción, la criminalidad, la producción y el
tráfico de drogas, así como a evitar divisiones y tensiones, que amenazan con
debilitar la sociedad, obstaculizando el desarrollo y la convivencia pacífica
(discurso, 7 de enero).
*La paz social esta amenazada también
por ciertos atentados contra la libertad religiosa: en ocasiones se trata de
la marginación de la religión en la vida social; en otros casos, de
intolerancia o incluso de violencia contra personas, símbolos de identidad e
instituciones religiosas (Discurso, 7 de enero).
Recopilados por: P. Mariano Esteban Caro
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