Sumos Pontífices

Benedicto XVI 

Laicidad 

AÑO 2005 

JUNIO 

*Es legítima una sana laicidad del Estado, en virtud de la cual las realidades temporales se rigen según sus normas propias, pero sin excluir las referencias éticas, que tienen su fundamento último en la religión (Discurso, 24 de junio). 

*El principio de laicidad consiste en una sana distinción de los poderes, que no es en absoluto una oposición y que permite a la Iglesia participara cada vez más activamente en la vida de la sociedad, respetando las competencias de cada uno (Discurso, 19 de diciembre). 

AÑO 2006 

DICIEMBRE

*La sana laicidad implica que las realidades terrenas ciertamente gozan de una autonomía efectiva de la esfera eclesiástica, por no del orden moral (Discurso, 9 de diciembre). 

*La religión, al estar organizada también en estructuras visibles, como sucede con la Iglesia, se ha de reconocer como presencia comunitaria pública (Discurso, 9 de diciembre). 

*Tampoco es signo de sana laicidad negar a la comunidad cristiana, y a quienes la representan legítimamente, el derecho de pronunciarse sobre los problemas morales que hoy interpelan la conciencia de todos los seres humanos, en particular de los legisladores y de los juristas (Discurso, 9 de diciembre). 

AÑO 2007 

MAYO

*El respeto de una sana laicidad –incluso con la pluralidad de las posiciones políticas- es esencial en la tradición cristiana (Discurso, 13 de mayo)

AÑO 2008 

ABRIL

*El Estado debería ser laico precisamente por amor a la religión en su autenticidad, que sólo se puede vivir libremente (Conferencia de prensa, 15 de abril). 

JUNIO

*En el ámbito social se va difundiendo una mentalidad inspirada en un laicismo que, de forma más o menos consciente, lleva gradualmente al desprecio o a la ignorancia de lo sacro, relegando la fe a la esfera de lo meramente privado (Discurso, 30 de junio). 

SEPTIEMBRE

*La laicidad, de por sí, no está en contradicción con la fe. Diría incluso que es un fruto de la fe, puesto que la fe cristiana, desde sus comienzos, era una religión universal y, por tanto, no identificable con un Estado; es una religión presente en todos los Estados y diferente de cada Estado (Encuentro, 12 de septiembre). 

AÑO 2010 

ENERO

*Es evidente que si se considera el relativismo como un elemento constitutivo esencial de la democracia se corre el riesgo de concebir la laicidad sólo en términos de exclusión o, más exactamente, de rechazo de la importancia social del hecho religioso (Discurso, 11 de enero). 

*Es urgente, por tanto, definir una laicidad positiva, abierta, y que, fundada en una justa autonomía del oren temporal y del orden espiritual, favorezca una sana colaboración y un espíritu de responsabilidad compartida (Discurso, 11 de enero). 

Recopilados por: P. Mariano Esteban Caro