Sumos Pontífices
Benedicto XVI
Iglesia
Año 2005
JUNIO
*La Iglesia es
edificada por las familias, “pequeñas iglesias domésticas” (Discurso, 6 de
junio).
AGOSTO
*La Iglesia es como
una familia humana, pero es también al mismo tiempo la gran familia de Dios,
mediante la cual él establece un espacio de comunión y unidad en todos los
continentes, culturas y naciones (Discurso, 20 de agosto).
*Una familia tan
grande como el mundo, que comprende el cielo y la tierra, el pasado, el
presente y el futuro de todas las partes de la tierra (Discurso, 20 de
agosto).
NOVIEMBRE
*Ésta es la misión
de la Iglesia ayer, hoy y siempre: anunciar y testimoniar a Cristo, para que
el hombre, todo hombre, pueda realizar plenamente su vocación (Ángelus, 20 de
noviembre).
DICIEMBRE
*La Iglesia no cesa
de anunciar al mundo que Jesucristo es su esperanza (Discurso, 3 de
diciembre).
*Toda la actividad
de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser
humano (Encíclica-19, 25 de diciembre).
*El ejercicio de la
caridad se confirmó como uno de los ámbitos esenciales de la Iglesia, junto
con la administración de los Sacramentos y el anuncio de la Palabra
(Encíclica- 22, 25 de diciembre).
*La Iglesia es la
familia de Dios en el mundo. En esta familia no debe haber nadie que sufra por
falta de lo necesario (Encíclica-25, 25 de diciembre).
*La Iglesia nunca
pude sentirse dispensada del ejercicio de la caridad como actividad organizada
de los creyentes (Encíclica-29, 25 de diciembre).
*Sin que ella misma
haga política, la Iglesia participa apasionadamente en la batalla de la
justicia (Presentación de la Encíclica, 25 de diciembre).
AÑO 2006
ENERO
*La familia de Dios
(la Iglesia) siempre estará presente y los que pertenecen a esta familia nunca
estarán solos, tendrán siempre la amistad segura de aquel que es la vida
(Homilía, 8 de enero).
*La Iglesia, que es
nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo
(Mensaje, 27 de enero).
MARZ0
*La Iglesia está
llamada a transformarse cada vez más en casa y escuela de comunión (Discurso,
18 de marzo).
*Si falla en la
Iglesia la fe en la resurrección, todo se paraliza, todo se derrumba
(Audiencia, 26 de marzo).
*La Iglesia,
misterio de comunión, en el que se refleja de alguna manera la misma comunión
trinitaria, el misterio de Dios mismo (Audiencia, 29 de marzo).
*La acción de la
Iglesia en su promoción de la dignidad de la persona no es, pues, de carácter
confesional, sino que se dirige a todas las personas, prescindiendo de su
afiliación religiosa (Discurso, 30 de marzo).
ABRIL
*La Iglesia del amor
es también la Iglesia de la verdad, entendida ante todo como fidelidad al
Evangelio encomendado por el Señor Jesús a los suyos (Audiencia, 5 de abril).
*La fraternidad
cristiana nace del hecho de haber sido constituidos hijos del mismo Padre por
el Espíritu de la verdad (Audiencia, 5 de abril).
MAYO
*La Iglesia no puede
retirarse cómodamente dentro de los límites de su propio ambiente (Homilía, 7
de mayo).
SEPTIEMBRE
*La Iglesia, animada
por esta conciencia, bajo la guía del Espíritu, ha encontrado siempre en la
palabra de Dios las respuestas a los desafíos que han ido surgiendo a lo largo
de la historia (Discurso, 14 de septiembre).
OCTUBRE
*La Iglesia no es y
no quiere ser un agente político. Al mismo tiempo tiene un profundo interés
por el bien de la comunidad política, cuya alma es la justicia (Discurso, 19
de octubre).
*La certeza de que
Cristo resucitó nos asegura que ninguna fuerza contraria podrá jamás destruir
la Iglesia (Homilía, 19 de octubre).
NOVIEMBRE
*La Iglesia, para
permanecer fiel al Señor, y por tanto a sí misma, debe renovarse continuamente
(Discurso, 18 de noviembre).
DICIEMBRE
*La
Iglesia, cuerpo místicamente unido a Cristo cabeza, es sacramento, es decir,
signo e instrumento eficaz también de esta espera de Dios (Homilía, 2 de
diciembre).
AÑO 2007
ENERO
*Pertenecemos
verdaderamente a la familia que tiene a Dios como Padre (Audiencia, 3 de
enero).
*El hombre no puede
tener a Dios como Padre, decían ya los antiguos escritores cristianos, si no
tiene también a la Iglesia como madre (Homilía, 7 de enero).
*La familia de Dios
se construye en la realidad concreta de la Iglesia. La adopción como hijos de
Dios, del Dios trinitario, es a la vez incorporación a la familia de la
Iglesia, inserción como hermanos y hermanas en la gran familia de los
cristianos (Homilía, 7 de enero).
*La Iglesia, en su
compromiso al servicio del hombre y de la construcción de la paz, está al lado
de todas las personas de buena voluntad, ofreciendo una colaboración
desinteresada (Discurso, 8 de enero).
*La Iglesia, que es
nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo
(Mensaje, 27 de enero).
ABRIL
*El amor es el alma
de la vida de la Iglesia y de su actividad pastoral (Homilía, 22 de abril).
*La Iglesia es una
comunidad de personas que creen en el Dios de Jesucristo y se comprometen a
vivir en el mundo el mandamiento de la caridad que él nos dejó (Homilía, 22 de
abril).
MAYO
*La Iglesia quiere
únicamente indicar los valores morales de cada situación y formar a los
ciudadanos para que puedan decidir consciente y libremente (Discurso, 9 de
mayo).
*La Iglesia es
nuestra casa. Ésta es nuestra casa. En la Iglesia tenemos todo lo que es
bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo (Discurso, 12 de
mayo).
*La Iglesia no hace
proselitismo. Crece mucho más por “atracción”: como Cristo “atrae a todos a
sí” con la fuerza de su amor, que culminó en el sacrificio de la cruz
(Homilía, 13 de mayo).
*Si la Iglesia
comenzara a transformarse directamente en sujeto político, no haría más por
los pobres y por la justicia, sino que haría menos, porque perdería su
independencia y su autoridad moral, identificándose con una única vía política
y con posiciones parciales opinables (Discurso, 13 de mayo).
*La Iglesia es
abogada de la justicia y de los pobres precisamente al no identificarse con
los políticos ni con los intereses de partido (Discurso, 13 de mayo).
*Formar las
conciencias, ser abogada de la justicia y de la verdad, educar en las virtudes
individuales y políticas, es la vocación fundamental de la Iglesia en este
sector (Discurso, 13 de mayo).
JUNIO
*La Iglesia, Cuerpo de Cristo y templo del Espíritu
Santo,
es la compañía fiable en la que hemos sido
engendrados y educados para llegar a ser, en Cristo, hijos y herederos de Dios
(Discurso, 11 de junio).
SEPTIEMBRE
*La Iglesia es
nuestra familia, en la que el amor al Señor y a los hermanos, sobre todo en la
participación en la Eucaristía, nos hace experimentar la alegría de poder
gustar ya desde ahora la vida futura, que estará totalmente iluminada por el
amor (Homilía, 2 de septiembre).
*Sentirse Iglesia es
para todos una vocación a la santidad; es compromiso diario de construir la
comunión y la unidad venciendo toda resistencia y superando toda incomprensión
(Homilía, 2 de septiembre).
*En la Iglesia
aprendemos a amar educándonos en la acogida gratuita del prójimo, en la
atención solícita a quienes atraviesan dificultades, a los pobres y a los
últimos (Homilía, 2 de septiembre).
*La Iglesia, al
difundir la verdad revelada, sirve a todos los miembros de la sociedad,
iluminando los fundamentos de la moral y de la ética, purificando la razón y
garantizando que permanezca abierta a la consideración de las verdades últimas
y actúe con sabiduría (Discurso, 15 de septiembre).
*El amor hace vivir
a la Iglesia, y puesto que es eterno, la hace vivir siempre, hasta el final de
los tiempos (Homilía, 23 de septiembre).
OCTUBRE
*La Iglesia no
ambiciona poder, ni pretende privilegios, ni aspira a posiciones de ventaja
económica o social. Su único objetivo es servir al hombre, inspirándose como
norma suprema de conducta, en las palabras y en el ejemplo de Jesucristo
(discurso, 4 de octubre).
*La Iglesia tiene la
misión de alimentar siempre la fe y la esperanza del pueblo cristiano
(Homilía, 21 de octubre).
*La libertad de
acción de la Iglesia, además de ser un derecho inalienable, es condición
primordial para llevar a cabo su misión entre el pueblo, incluso en
circunstancias difíciles (Discurso, 27 de octubre).
NOVIEMBRE
*La Iglesia es la
porción de la humanidad en la que ya se manifiesta la realeza de Cristo, que
tiene como expresión privilegiada la paz (Homilía, 25 de noviembre).
DICIEMBRE
*Mediante la
Iglesia, Cristo quiere hablar a la humanidad y salvar a los hombres de hoy. Y
lo hace saliendo a su encuentro, “para buscar y salvar lo que estaba perdido”
(Homilía, 1 de diciembre).
AÑO 2008
FEBRERO
*La Iglesia,
centrando su mirada en Jesucristo, tiende a hacer el bien, a promover la
dignidad de la persona y, sembrando sentimientos de comprensión, misericordia
y reconciliación, contribuye a la mejora del hombre y de la sociedad (Mensaje,
20 de febrero).
ABRIL
*La Iglesia desea
contribuir a la construcción de un mundo cada vez más digno de la persona
humana (Discurso, 16 de abril).
*Todas las
actividades de la Iglesia nacen de su conciencia de ser portadora de un
mensaje que tiene su origen en Dios mismo (Discurso, 17 de abril).
*La Iglesia está
llamada en todo tiempo y lugar a crecer en la unidad mediante una constante
conversión a Cristo (Homilía, 17 de abril).
*La Iglesia, como
“pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (LG, 4),
está llamada a proclamar el don de la vida, a proteger la vida y a promover
una cultura de la vida (Homilía, 19 de abril).
*La tarea educativa
es parte integrante de la misión de la Iglesia (Audiencia, 30 de abril).
JUNIO
*La Iglesia, dotada
como está por su Señor de una carga espiritual que se renueva continuamente,
puede ejercer un influjo positivo también en el ámbito social, porque promueve
una humanidad renovada y relaciones abiertas y constructivas, respetando y
sirviendo en primer lugar a los últimos y a los más débiles (Homilía, 14 de
junio).
NOVIEMBRE
*Una enseñanza
parcial o incompleta del mensaje evangélico no se corresponde con la misión
propia de la Iglesia ni puede ser fecunda (Discurso, 10 de noviembre).
DICIEMBRE
*La Iglesia en el
ejercicio de lo que le es propia, busca en todo momento promover la dignidad
de la persona y elevarla de modo integral para el beneficio de todos
(Discurso, 5 de diciembre).
*La Iglesia y todo
cristiano tienen precisamente la tarea de hacer presente a Dios en este mundo,
de tratar de abrir a los hombres el acceso a Dios (Mensaje, 7 de diciembre).
AÑO 2009
ENERO
*Para cumplir su misión, la Iglesia
necesita fortalecer sus vínculos de comunión con su Señor, que la reúne y la
envía entre los hombres (Discurso, 24 de enero).
*La Iglesia desea dar testimonio de
Cristo poniéndose al servicio de todo hombre (Discurso, 26 de enero).
FEBRER0
*Los
objetivos de la Iglesia –en el marco de su misión de carácter religioso y
espiritual-
y del Estado, pese a ser distintos,
convergen en un punto: el bien de la persona y el bien común de la nación
(Discurso, 9 de febrero).
ABRIL
*La Iglesia que nunca puede
confundirse con la comunidad política, converge con el Estado en el fomento de
la dignidad de la persona y en la búsqueda del bien común de la sociedad
(Discurso, 3 de abril).
*La Iglesia católica, a la vez que
sostiene e impulsa esta visión positiva del papel de la religión en la
sociedad, no desea interferir en la debida autonomía de las instituciones
civiles (Discurso, 3 de abril).
*La Iglesia y la comunidad política
están y deben sentirse, aunque por diversos títulos, al servicio de la
vocación personal y social de los mismos hombres (Discurso, 3 de abril).
MAYO
*Una Iglesia en misión relativiza sus
problemas internos y mira con esperanza e ilusión al porvenir (Discurso, 18 de
mayo).
*La Iglesia no desempeña la función de
preparar el regreso de un Jesús “ausente”, sino que, al contrario, vive y
actúa para proclamar su “presencia gloriosa” de manera histórica y existencial
(Homilía, 24 de mayo).
*La Iglesia es una comunión: comunión
de personas que mediante la acción del Espíritu Santo, forman el pueblo de
Dios, que es al mismo tiempo el Cuerpo de Cristo (Discurso, 26 de mayo).
*La Iglesia no es, por lo tanto, el
resultado de una suma de individuos, sino una unidad entre quienes se
alimentan de la única Palabra de Dios y del único Pan de vida (Discurso, 26 de
mayo).
JUNIO
*Al amor a Cristo va inevitablemente
unido el amor a su Iglesia –guiada y animada por el poder del Espíritu Santo-
en la que cada uno de nosotros tiene una función y una misión que cumplir
(Discurso, 21 de junio).
*La Iglesia
tiene una responsabilidad respecto a la creación y la debe hacer
valer en público. Y al hacerlo, no sólo debe
defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenecen
a todos. Debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo
(Encíclica-51, 29 de junio).
*La misión de la Iglesia tiene como
finalidad iluminar con la luz del Evangelio a todos los pueblos en su camino
histórico hacia Dios, para que en él tengan su realización plena y su
cumplimiento (Mensaje, 29 de junio).
*La Iglesia no actúa para extender su
poder o afirmar su dominio, sino para llevar a todos a Cristo, salvación del
mundo (Mensaje, 29 de junio).
*La Iglesia tiene como misión
“contagiar” de esperanza a todos los pueblos (Mensaje, 29 de junio).
*La Iglesia, germen de esperanza por
vocación, debe continuar el servicio de Cristo al mundo (Mensaje, 29 de
junio).
*La misión
y el servicio de la Iglesia no son a
medida de las necesidades materiales
o incluso espirituales que se agotan en el
marco de la existencia temporal, sino de
una salvación trascendente en el reino de
Dios (Mensaje, 29 de junio).
*La Iglesia busca transformar el mundo
con la proclamación del Evangelio del amor (Mensaje, 29 de junio).
*La misión de la Iglesia consiste en
llamar a todos los pueblos a la salvación realizada por Dios a través de su
Hijo encarnado (Mensaje, 29 de junio).
SEPTIEMBRE
*La Iglesia no pide privilegios, sino
sólo poder trabajar libremente al servicio de todos con espíritu evangélico
(Homilía, 26 de septiembre).
*Este es el anuncio de salvación,
antiguo y siempre nuevo, que la Iglesia proclama de generación en generación:
Cristo crucificado y resucitado, esperanza de la humanidad (Homilía, 27 de
septiembre).
OCTUBRE
*La Iglesia nunca es un grupo cerrado
en sí mismo, que vive para sí mismo, como uno de los muchos grupos que existen
en el mundo, sino que se caracteriza por la universalidad de la caridad, de la
responsabilidad respecto al prójimo (Meditación, 5 de octubre).
*Esto es la Iglesia en el mundo:
comunidad de personas reconciliadas, artífices de justicia y de paz (Homilía,
25 de octubre).
*La Iglesia reconciliada es una
poderosa levadura de reconciliación en cada país (Homilía, 25 de octubre).
*La
comunidad eclesial, siguiendo las huellas de su Maestro y Señor, está llamada
a recorrer decididamente el camino del servicio, a compartir hasta el fondo la
condición de los hombres y las mujeres de su tiempo, para testimoniar a todos
el amor de Dios
así sembrar esperanza (Homilía, 25 de
octubre).
NOVIEMBRE
*No es competencia de la Iglesia
intervenir directamente en la política de los Estados o en la construcción de
estructuras políticas adecuadas (Discurso, 13 de noviembre).
*La Iglesia con la fuerza de su
anuncio defiende los derechos verdaderos y se compromete por la justicia
(Discurso, 13 de noviembre).
*Al prestar una atención amorosa al
hombre, la Iglesia siente latir dentro de sí la plenitud del amor suscitada
por el Espíritu Santo, el cual ayuda al hombre a liberarse de las opresiones
materiales, a la vez que asegura consuelo y apoyo al alma, liberándola de los
males que la afligen (Discurso, 13 de noviembre).
*La enseñanza de la Iglesia, debido a
su origen –Dios-, a su contenido –la verdad- y a su punto de apoyo –la
conciencia- encuentra un eco profundo y persuasivo en el corazón de cada
persona, creyente o no creyente (Discurso, 14 de noviembre).
*La Iglesia no pretende interferir en
las decisiones políticas, ella, respetuosa del saber y del resultado de las
ciencias, así como de las decisiones determinadas por la razón cuando son
responsablemente iluminadas por valores auténticamente humanos, se une al
esfuerzo por eliminar el hambre (Discurso, 16 de noviembre).
*la Iglesia católica estará siempre
atenta a los esfuerzos para vencer el hambre; trabajará por sostener, con la
palabra y con las obras, la acción solidaria que los distintos componentes de
la comunidad internacional están llamados a emprender (Discurso, 16 de
noviembre).
DICIEMBRE
*Todos juntos somos familia de Dios,
hermanos y hermanas en virtud de un único Padre (Discurso, 21 de diciembre).
AÑO 2010
ENERO
*La Iglesia está
abierta a todos porque en Dios existe para los demás (Discurso, 11 de enero).
FEBRERO
*Con demasiada
frecuencia la doctrina de la Iglesia se percibe como una serie de
prohibiciones y posiciones retrógradas, mientras que en realidad, como
sabemos, es creativa y vivificante, y está orientada a la realización más
plena del gran potencial de bien y de felicidad que Dios ha infundido en cada
uno de nosotros (Discurso, 5 de febrero).
*La Iglesia ofrece al mundo una visión
positiva y estimulante de la vida humana, la belleza del matrimonio y la
alegría de la paternidad. Esta visión hunde sus raíces en el amor infinito,
transformador y ennoblecedor de Dios por nosotros, que nos abre los ojos para
reconocer y amar su imagen en nuestro prójimo (Discurso, 5 de febrero).
*La comunión eclesial nace del
encuentro con el Hijo de Dios, Jesucristo, que en el anuncio de la Iglesia
llega a los hombres y crea la comunión con él mismo y, por tanto, con el Padre
y el Espíritu Santo (Mensaje, 6 de febrero).
*La Iglesia, a la
que se ha confiado la tarea de prolongar en el espacio y el tiempo la misión
de Cristo, no puede desatender estas dos obras esenciales: evangelización y
cuidado de los enfermos en el cuerpo y en el espíritu (Homilía, 11 de
febrero).
*A través de los
siglos, la Iglesia muestra los signos del amor de Dios, que sigue obrando
maravillas en las personas humildes y sencillas (Homilía, 11 de febrero).
ABRIL
*En la Iglesia
Cristo no está nunca ausente: la Iglesia es su Cuerpo vivo y la Cabeza de la
Iglesia es él, presente y operante en ella, Cristo no está nunca ausente; al
contrario, está presente de una forma totalmente libre de los límites del
espacio y del tiempo, gracias al acontecimiento de la Resurrección (Audiencia,
14 de abril).
*La Iglesia, por tanto, se complace de
estar al servicio de todos los componentes de la sociedad. Sin embargo, no
parece inútil subrayar que, como institución, tiene derecho a expresarse
públicamente. Comparte ese derecho con todas las personas e instituciones,
para poder dar su opinión sobre las cuestiones de interés común (Discurso, 24
de abril).
*La Iglesia respeta la libertad de
todos de pensar de otra manera y querría que también se respetara su derecho
de expresión. La Iglesia es depositaria de una enseñanza, de un mensaje
religioso que ha recibido de Jesucristo (Discurso, 24 de abril).
*La Iglesia, al tener como objetivo el
bien común, sólo reclama la libertad de poder proponer este mensaje, sin
imponerlo a nadie, respetando la libertad de las conciencias (Discurso, 24 de
abril).
*José De Veuster se convirtió en quien
hoy llamamos «san
Damián» alimentándose
de esta enseñanza eclesial de manera radical. El destino excepcional de este
hombre muestra hasta qué punto el Evangelio suscita una ética amiga de
la persona, sobre todo de las necesitadas o marginadas (Discurso, 24 de
abril).
MAYO
*La Iglesia, y en
particular la comunidad monástica, constituyen una prefiguración en la tierra
de esta meta final. Es una anticipación imperfecta, marcada por límites y
pecados y, por tanto, necesitada siempre de conversión y purificación
(Homilía, 3 de mayo).
*¿La Iglesia, por
tanto, es un lugar de esperanza? Sí, pues de ella nos llega siempre y de nuevo
la Palabra de Dios, que nos purifica y nos muestra el camino de la fe. Lo es,
puesto que en ella el Señor sigue dándose a sí mismo, en la gracia de los
sacramentos, en la palabra de la reconciliación, en los múltiples dones de su
consolación (Mensaje, 10 de mayo).
*La Iglesia, enraizada en la historia, está abierta
a colaborar con quien no excluye ni reduce al ámbito privado la esencial
consideración del sentido humano de la
vida (Discurso, 11 de mayo).
*La Iglesia también
está interesada en desempeñar su propio papel en la formación intelectual y
humana, sobre todo en la educación de los jóvenes en los valores de respeto,
solidaridad y solicitud por los más desfavorecidos (Discurso, 20 de mayo).
*La Iglesia nunca llega a ser
prisionera de fronteras políticas, raciales y culturales; no se puede
confundir con los Estados ni tampoco con las Federaciones de Estados, porque
su unidad es de otro tipo y aspira a cruzar todas las fronteras humanas
(Homilía, 26 de mayo).
*La Iglesia es por naturaleza una y
múltiple, destinada como está a vivir en todas las naciones, en todos los
pueblos, y en los contextos sociales más diversos (Homilía, 26 de mayo).
*La Iglesia, por su
naturaleza, es misionera, está llamada a anunciar el Evangelio en todas partes
y siempre, a transmitir la fe a todo hombre y mujer, y en toda cultura
(Discurso, 31 de mayo).
JUNIO
*La Iglesia, siguiendo a Cristo,
ve el amor a Dios y al prójimo como un motor
poderoso y capaz de ofrecer auténtica energía, que podrá irrigar el ámbito
social, jurídico, cultural, político y económico (Discurso, 12 de junio).
SEPTIEMBRE
*La Iglesia no puede
sustraerse a la misión de anunciar a Cristo y su Evangelio como verdad
salvadora, fuente de nuestra felicidad definitiva como individuos, y
fundamento de una sociedad justa y humana (Discurso, 18 de septiembre).
*Para la Iglesia la
misión evangelizadora, continuación de la obra que quiso Jesús nuestro Señor,
es necesaria e insustituible, expresión de su misma naturaleza (Carta
Apostólica, 21 de septiembre).
*La presencia de la
Iglesia, en cuanto pueblo de Dios que camina en la historia en medio de todos
los demás pueblos, es fuente de confianza y de esperanza (Mensaje, 27 de
septiembre).
*Dejando
transparentar el rostro de Cristo, la Iglesia es la juventud del mundo
(Discurso, 27 de septiembre).
*La Iglesia se funda
sobre la Palabra de Dios, nace y vive de ella (Exhortación Apostólica-3, 30 de
septiembre).
*Mediante la obra
del Espíritu Santo y bajo la guía del Magisterio, la Iglesia transmite a todas
las generaciones cuanto ha sido revelado en Cristo (Exhortación Apostólica-18,
30 de septiembre).
*La Iglesia vive con
la certeza de que su Señor, que habló en el pasado, no cesa de comunicar hoy
su Palabra en la Tradición viva de la Iglesia y en la Sagrada Escritura
(Exhortación Apostólica-18, 30 de septiembre).
*La pastoral de la
Iglesia debe saber mostrar que Dios escucha la necesidad del hombre y su
clamor (Exhortación Apostólica-23, 30 de septiembre).
*Es precisamente la
fe de la Iglesia quien reconoce en la Biblia la Palabra de Dios; como dice
admirablemente san Agustín: «No creería en el Evangelio si no me moviera la
autoridad de la Iglesia católica» (Exhortación Apostólica-29, 30 de
septiembre).
*Es el Espíritu
Santo, que anima la vida de la Iglesia, quien hace posible la interpretación
auténtica de las Escrituras. La Biblia es el libro de la Iglesia, y su
verdadera hermenéutica brota de su inmanencia en la vida eclesial (Exhortación
Apostólica-29, 30 de septiembre).
*Lo que la Iglesia anuncia al mundo es el
Logos de la
esperanza; el hombre necesita la «gran
esperanza» para poder vivir el propio presente, la gran esperanza que es el
Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo
(Exhortación Apostólica-91, 30 de septiembre).
*Por eso la Iglesia es misionera en su
esencia. No podemos guardar para nosotros las palabras de vida eterna que
hemos recibido en el encuentro con Jesucristo: son para todos, para cada
hombre. Toda persona de nuestro tiempo, lo sepa o no, necesita este anuncio
(Exhortación Apostólica-91, 30 de septiembre).
*Nos corresponde a nosotros la
responsabilidad de transmitir lo que, a su vez, hemos recibido por gracia
(Exhortación Apostólica-91, 30 de septiembre).
*La Iglesia, como misterio de
comunión, es toda ella misionera y, cada uno en su propio estado de vida, está
llamado a dar una contribución incisiva al anuncio cristiano (Exhortación
Apostólica-94, 30 de septiembre).
*La Iglesia no puede
limitarse en modo alguno a una pastoral de «mantenimiento» para los que ya
conocen el Evangelio de Cristo. El impulso misionero es una señal clara de la
madurez de una comunidad eclesial (Exhortación Apostólica-95, 30 de
septiembre).
*La Iglesia ha de ir
hacia todos con la fuerza del Espíritu y seguir defendiendo proféticamente el
derecho y la libertad de las personas de escuchar la Palabra de Dios, buscando
los medios más eficaces para proclamarla, incluso con riesgo de sufrir
persecución. La Iglesia se siente obligada con todos a anunciar la Palabra que
salva (Exhortación Apostólica-95, 30 de septiembre).
*Ciertamente, no es
una tarea directa de la Iglesia el crear una sociedad más justa, aunque le
corresponde el derecho y el deber de intervenir sobre las cuestiones éticas y
morales que conciernen al bien de las personas y los pueblos (Exhortación
Apostólica-100, 30 de septiembre).
*La Iglesia no puede decepcionar a los
pobres: «Los pastores están llamados a escucharlos, a aprender de ellos, a
guiarlos en su fe y a motivarlos para que sean artífices de su propia
historia» (Exhortación Apostólica-107, 30 de septiembre).
*La Iglesia
es también consciente de que existe una
pobreza
como virtud, que se ha de ejercitar y elegir libremente, como lo han hecho
muchos santos; y de que existe una
miseria,
que con frecuencia es el resultado de injusticias y provocada por el egoísmo,
que comporta indigencia y hambre, y favorece los conflictos (Exhortación
Apostólica-107, 30 de septiembre).
OCTUBRE
*La misión no puede limitarse a una
simple búsqueda de nuevas técnicas y formas que hagan a la Iglesia más
atractiva y capaz de vencer la competencia con otros grupos religiosos o con
ideologías relativistas (Discurso, 4 de octubre).
*La Iglesia no trabaja para ella
misma: está al servicio de Jesucristo; existe para hacer que la Buena Nueva
sea accesible para todas las personas (Discurso, 4 de octubre).
*La Iglesia es católica justamente
porque invita a todo ser humano a experimentar la nueva existencia en Cristo.
La misión, por tanto, no es más que la consecuencia natural de la propia
esencia de la Iglesia, un servicio del ministerio de la unión que Cristo quiso
llevar a cabo en su cuerpo crucificado (Discurso, 4 de octubre).
*La Iglesia, Cuerpo místico de Cristo,
presente simultáneamente en todas partes, alimenta la capacidad de relaciones
más fraternas y más humanas, proponiéndose como lugar de comunión entre los
creyentes y a la vez como signo e instrumento de la vocación de todos a la
comunión (Discurso, 7 de octubre).
*La fuerza de la Iglesia
es Cristo, y en su nombre «busca» al hombre por las calles del mundo para
salvarlo del
mysterium
iniquitatis, que obra en él insidiosamente.
*Si bien la Iglesia
y el Estado son independientes y autónomos en su propio campo, ambos están
llamados a desarrollar una colaboración leal y respetuosa para servir la
vocación personal y social de las mismas personas (Discurso, 7 de octubre).
*En el cumplimiento de su misión
específica de anunciar la Buena Nueva de Jesucristo, la Iglesia busca
responder a las expectativas y a los interrogantes de los hombres, apoyándose
también en valores y principios éticos y antropológicos que están inscritos en
la naturaleza del ser humano (discurso, 7 de octubre).
*Cuando
la Iglesia alza su voz frente a los grandes retos y problemas actuales, como
las guerras, el hambre, la pobreza extrema de tantos, la defensa de la vida
humana desde su concepción hasta su ocaso natural, o la promoción de la
familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer y primera
responsable de la educación de los hijos, no actúa por un interés particular o
por principios que sólo pueden percibir los que profesan una determinada fe
religiosa. Respetando las reglas de la convivencia democrática, lo hace por el
bien de toda la sociedad y en nombre de valores que toda persona puede
compartir con su recta razón (Discurso, 7 de octubre).
*La
Iglesia, desde su competencia específica, con independencia y libertad, trata
de
servir a la promoción del bien común en todas sus
dimensiones y al fomento de aquellas condiciones que consientan en los hombres
y mujeres el desarrollo integral de sus personas, impregnando para ello el
contexto social con la luz que promana de su vocación renovadora en medio del
mundo (Discurso, 18 de octubre).
*La Iglesia evangelizando y dando
testimonio de amor a Dios y a todo hombre sin excepción alguna, se convierte
en elemento eficaz para la erradicación de la pobreza y en acicate vigoroso
para luchar contra la violencia, la impunidad y el narcotráfico, que tantos
estragos están causando, sobre todo entre los jóvenes (Discurso, 18 de
octubre).
*La Iglesia al contribuir en la medida
de sus posibilidades al cuidado de los enfermos y ancianos, o a la
reconstrucción de las regiones devastadas por las catástrofes naturales,
quiere seguir el ejemplo de su Divino Fundador, que no le permite permanecer
ajena a las aspiraciones y dinamismos del ser humano, ni mirar con
indiferencia cuando se debilitan exigencias tan primordiales como la
equitativa distribución de la riqueza, la honradez en el desempeño de las
funciones públicas o la independencia de los tribunales de justicia (Discurso,
18 de octubre).
*Tampoco deja de sentirse interpelada
la comunidad eclesial cuando a muchos falta una vivienda digna o no tienen un
empleo que les procure su realización personal y el mantenimiento de sus
familias, viéndose obligados a emigrar fuera de la Patria (Discurso, 18 de
octubre).
*La labor materna de la Iglesia en su
afán constante de defender la inviolable dignidad de la vida humana desde su
concepción a su ocaso natural, el valor de la familia fundada en el matrimonio
entre un hombre y una mujer, y el derecho de los padres a educar a su prole
según sus propias convicciones morales y espirituales, crea un clima en donde
el verdadero espíritu religioso se funde con el denuedo por alcanzar metas
cada vez más altas de bienestar y progreso, abriendo a la Nación a un dilatado
horizonte de esperanzas (Discurso, 18 de octubre).
*La Iglesia sólo anhela poder servir a
los fieles y a todos aquellos que le abran las puertas de su corazón, con la
mano tendida y siempre dispuesta a fortalecer todo lo que promueva la
educación de las nuevas generaciones, el cuidado de los enfermos y ancianos,
el respeto a los pueblos indígenas y sus legítimas tradiciones, la
erradicación de la pobreza, el narcotráfico y la corrupción, la atención a los
presos, desplazados, emigrantes y trabajadores, así como la asistencia a las
familias necesitadas (Discurso, 18 de octubre)
*Deseo manifestar nuevamente el
interés que la Iglesia tiene por tutelar y fomentar la inviolable dignidad de
la persona humana, para lo cual es esencial que el ordenamiento jurídico
respete la ley natural en áreas tan esenciales como la salvaguarda de la vida
humana, desde su concepción hasta su término natural; el derecho a nacer y a
vivir en una familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer o el
derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación acorde con sus
propios criterios morales o creencias. Todos ellos son pilares insustituibles
en la edificación de una sociedad verdaderamente digna del hombre y de los
valores que le son consustanciales (Discurso, 18 de octubre).
*De hecho, el compromiso de la Iglesia
local para trabajar por el bien de la sociedad está bien ilustrado por la gran
variedad de apostolados en los que está comprometida (Discurso, 21 de
octubre).
*La Iglesia, por medio de su red de
escuelas y sus programas educativos contribuye en gran medida a la formación
moral y espiritual de los jóvenes Discurso, 21 de octubre).
*La Iglesia a través de su trabajo por
el diálogo interreligioso intenta romper barreras entre pueblos y fomentar la
cohesión social basada en el respeto mutuo y en el aumento de la comprensión
(Discurso, 21 de octubre).
*La Iglesia en su acción caritativa
busca ayudar a los pobres y los necesitados, especialmente refugiados y
trabajadores inmigrantes que tan a menudo se encuentran en los márgenes de la
sociedad (Discurso, 21 de octubre).
*De todas esas formas, la Iglesia
local ayuda a nutrir y promover los valores de la solidaridad y la fraternidad
que son esenciales para el bien común de cualquier comunidad humana (Discurso,
21 de octubre).
*Con su presencia en el foro
internacional, la Santa Sede pone todo su empeño en servir a la causa de la
promoción integral del hombre y de los pueblos. Debería ser convicción de
todos que los obstáculos a esta promoción no son solo de orden económico, sino
que dependen de actitudes y valores más profundos: los valores morales y
espirituales que determinan el comportamiento de cada ser humano para consigo
mismo, los demás y la creación entera (Discurso, 22 de octubre).
*Cuando la Iglesia promueve la
conciencia de que estos mismos valores deben inspirar la vida pública y
particular, habla no por ambiciones políticas, sino para ser fiel a la misión
que su divino Fundador le ha confiado (Discurso, 22 de octubre).
*La Iglesia no representa modelos
parciales y pasajeros de sociedad, sino que tiende a la transformación de los
corazones y de las mentes, para que el hombre pueda descubrirse y reconocerse
a sí mismo en la verdad plena de su humanidad (Discurso, 22 de octubre).
*Dado que su misión es de carácter
moral y religioso, la Iglesia respeta el área específica de responsabilidad
del Estado. Al mismo tiempo anima a los cristianos a asumir plenamente sus
responsabilidades como ciudadanos para, juntamente con los demás, contribuir
eficazmente al bien común y a las grandes causas del hombre (Discurso, 22 de
octubre).
*De una
colaboración respetuosa y de un leal entendimiento entre la Iglesia y el poder
civil, se podrían derivar beneficios para la sociedad (Discurso, 22 de
octubre).
*La misión
específica de la Iglesia católica, que ejerce en cualquier lugar del mundo, es
la de anunciar el Evangelio y de llevar a todo hombre la salvación que viene
del Señor Jesús (Discurso, 22 de octubre).
*Mirar a la Iglesia como misterio de
comunión que, por su naturaleza, está destinado a todo el hombre y a todos los
hombres (Ángelus, 24 de octubre).
*En todo tiempo y en todo lugar la
Iglesia está presente y actúa para acoger a todo hombre y ofrecerle en Cristo
la plenitud de la vida (Ángelus, 24 de octubre).
*La tarea misionera no es revolucionar
el mundo, sino transfigurarlo, tomando la fuerza de Jesucristo (Ángelus, 24 de
octubre).
*La
Iglesia, en su misión de fecundar y fermentar la sociedad humana con el
Evangelio, enseña al hombre su dignidad de hijo de Dios y su vocación a la
unión con todos los hombres, de los que se desprenden las exigencias de
justicia y de paz social, conforme a la sabiduría divina (Discurso, 28 de
octubre).
NOVIEMBRE
*La Iglesia es ese abrazo de Dios en
el que los hombres aprenden también a abrazar a sus hermanos, descubriendo en
ellos la imagen y semejanza divina, que constituye la verdad más profunda de
su ser, y que es origen de la genuina libertad (Discurso, 6 de noviembre).
*La Iglesia,
que desea servir con todas sus fuerzas a la persona humana y su dignidad, está
al servicio de ambas, de la verdad y de la libertad. No puede renunciar a
ellas, porque está en juego el ser humano, porque le mueve el amor al hombre,
“que es la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma” [Gaudium
et spes, 24], y porque sin esa aspiración a
la verdad, a la justicia y a la libertad, el hombre se perdería a sí mismo
(Discurso, 6 de noviembre).
*Que la alegría de sentiros hijos
queridos de Dios os lleve también a un amor cada vez más entrañable a la
Iglesia, cooperando con ella en su labor de llevar a Cristo a todos los
hombres (Discurso, 6 de noviembre).
*Al mismo tiempo, la Iglesia
lleva a cabo su propio camino interior, aquél que la conduce a través de la
fe, la esperanza y el amor, a hacerse transparencia de Cristo para el mundo.
Ésta es su misión y éste es su camino: ser cada vez más, en medio de los
hombres, presencia de Cristo, “a quien Dios ha hecho para nosotros sabiduría,
justicia, santificación y redención” [1
Co 1,30] (Discurso, 6 de noviembre).
*La aportación de la Iglesia se centra
en una realidad tan sencilla y decisiva como ésta: que Dios existe y que es Él
quien nos ha dado la vida. Solo Él es absoluto, amor fiel e indeclinable, meta
infinita que se trasluce detrás de todos los bienes, verdades y bellezas
admirables de este mundo; admirables pero insuficientes para el corazón del
hombre (Homilía, 6 de noviembre).
*Esto es lo que la Iglesia desea
aportar: velar por Dios y velar por el hombre, desde la comprensión que de
ambos se nos ofrece en Jesucristo (Homilía, 6 de noviembre).
*La Iglesia no tiene consistencia por
sí misma; está llamada a ser signo e instrumento de Cristo, en pura
docilidad a su autoridad y en total servicio a su mandato. El único Cristo
funda la única Iglesia; Él es la roca sobre la que se cimienta nuestra fe
(Homilía, 7 de noviembre).
*La iglesia quiere dialogar con todos,
en la búsqueda de la verdad; pero para que el diálogo y la comunicación sean
eficaces y fecundos es necesario sintonizarse en una misma frecuencia, en
ámbitos de encuentro amistoso y sincero (Discurso, 15 de noviembre).
*La Iglesia, llamada a vivir y caminar
según el mandamiento del Señor, en el cual se resumen toda la ley y los
profetas. Estar unidos a Cristo en la fe y en comunión con él significa estar
«arraigados y cimentados en el amor» (Ef
3, 17), el tejido que une a todos los miembros del Cuerpo de Cristo (Homilía,
20 de noviembre).
*En la Iglesia nadie es amo, sino que
todos son llamados, todos son enviados, todos son alcanzados y guiados por la
gracia divina (Homilía, 20 de noviembre).
*En todos los tiempos la Iglesia se ha
esforzado por conformarse a esta lógica y por testimoniarla para hacer
transparentar el verdadero «señorío de Dios», el del amor (Homilía, 20 de
noviembre).
*Para ser ese fermento, la Iglesia
siempre debe tratar de encontrar su propia voz, porque es a través de la
proclamación como el Evangelio trae sus frutos que cambian la vida (Mc 16,
15-16). Esta voz se expresa en el compromiso moral y espiritual de las vidas
de los creyentes (Discurso, 29 de noviembre).
*No
es sorprendente, ya que la comunidad política y la Iglesia, aun debidamente
diferentes, están sin embargo ambas al servicio del desarrollo integral de
todo ser humano y de la sociedad en su conjunto (Discurso, 29 de noviembre).
*Un
área específica en la que la Iglesia debe encontrar siempre su propia voz
viene en el campo de las comunicaciones sociales y los medios de comunicación.
La tarea que tiene por delante el conjunto de la comunidad católica es
transmitir una visión llena de esperanza de la fe y la virtud para que los
filipinos puedan encontrar aliento y guía en su camino a una vida plena en
Cristo (Discurso, 29 de noviembre).
*Es
importante que el laicado católico competente en comunicaciones sociales ocupe
su propio lugar en la propuesta del mensaje cristiano de una manera
convincente y atractiva (Discurso, 29 de noviembre).
*Un
tercer aspecto de la misión de la Iglesia de proclamar la palabra de Dios que
da vida se encuentra en su compromiso con las preocupaciones sociales y
económicas, en particular respecto a los más pobres y débiles de la sociedad
(Discurso, 29 de noviembre).
*La Iglesia ha promovido siempre el
respeto de la persona humana en su integridad y en su dimensión espiritual,
como un elemento esencial común a todas las culturas que se expresa en la
búsqueda personal de lo sagrado y en la práctica religiosa (Discurso, 29 de
noviembre).
DICIEMBRE
*La Iglesia católica se compromete a
gran escala con sus instituciones en el campo de la educación escolar y de la
cultura, además de la asistencia social y de este modo contribuye a la
construcción moral, verdaderamente útil a su país (Discurso, 2 de diciembre).
*Es innegable la
aportación que las comunidades religiosas dan a la sociedad. Son muchas las
instituciones caritativas y culturales que dan testimonio del papel
constructivo de los creyentes en la vida social (Mensaje, 8 de diciembre).
*El diálogo entre
los seguidores de las diferentes religiones constituye para la Iglesia un
instrumento importante para colaborar con todas las comunidades religiosas al
bien común (Mensaje, 8 de diciembre).
*La Iglesia no
rechaza nada de lo que en las diversas religiones es verdadero y santo.
Con eso no se quiere señalar el
camino del relativismo o del sincretismo religioso (Mensaje, 8 de diciembre).
*La Iglesia «anuncia
y tiene la obligación de anunciar sin cesar a Cristo, que es “camino, verdad y
vida” (Jn 14, 6), en quien los
hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa, en quien Dios reconcilió
consigo todas las cosas» (Mensaje, 8 de diciembre).
*La Iglesia se prohíbe actuar como un
lobby, preocupada sólo por sus intereses, y sin embargo trabaja, bajo la
mirada de Aquel que es el Creador de todos los hombres, queriendo honrar la
dignidad de cada uno (Discurso, 16 de diciembre).
*El
compromiso de la Iglesia en la formación y en la educación, así como en el
ámbito caritativo, sanitario y social, demuestra su voluntad de colaborar con
el Estado, preservando la naturaleza particular de sus estructuras (Discurso,
20 de diciembre).
*La Iglesia, la gran
familia universal de los creyentes en Cristo (Mensaje, 25 de diciembre).
AÑO 2011
ENERO
*Por otra parte, se puede constatar
por todo el mundo la fecunda labor de la Iglesia católica en estos ámbitos
(social, caritativo y educativo) (Discurso, 10 de enero).
*La religión no constituye un problema
para la sociedad, no es un factor de perturbación o de conflicto. Quisiera
repetir que la Iglesia no busca privilegios, ni quiere intervenir en
cuestiones extrañas a su misión, sino simplemente cumplirla con libertad
(Discurso, 10 de enero).
*Las comunidades cristianas, con su
patrimonio de valores y principios, han contribuido mucho a que las personas y
los pueblos hayan tomado conciencia de su propia identidad y dignidad, así
como a la conquista de instituciones democráticas y a la afirmación de los
derechos del hombre con sus respectivas obligaciones (Discurso, 10 de enero).
FEBRERO
*El reconocimiento de la libertad
religiosa permite a la comunidad eclesial realizar sus múltiples actividades,
que benefician a toda la sociedad. (Discurso, 3 de febrero).
MARZO
*Nosotros estamos en este vínculo de
la paz que es la Iglesia; es el gran vínculo que nos une con Cristo (Discurso,
4 de marzo).
*La unidad de la Iglesia no deriva de
un «molde» impuesto desde el exterior, sino que es fruto de una concordia, de
un compromiso común de comportarse como Jesús, con la fuerza de su Espíritu
(Discurso, 4 de marzo).
ABRIL
*La Iglesia pretende ir más allá de la
mera ayuda externa y material, y apuntar al corazón de la caridad cristiana,
para la cual el prójimo es ante todo una persona, un hijo de Dios, siempre
necesitado de fraternidad, respeto y acogida en cualquier situación en que se
encuentre (Discurso, 16 de abril).
*La Iglesia ofrece algo que le es
connatural y que beneficia a las personas y las naciones: ofrece a Cristo,
esperanza que alienta y fortalece, como un antídoto a la decepción de otras
propuestas fugaces y a un corazón carente de valores, que termina
endureciéndose hasta el punto de no saber percibir ya el genuino sentido de la
vida y el porqué de las cosas (Discurso, 16 de abril).
*En su preocupación por cada ser
humano de manera concreta y en todas sus dimensiones, la Iglesia vela por sus
derechos fundamentales, en diálogo franco con todos los que contribuyen a que
sean efectivos y sin reducciones (Discurso, 16 de abril).
*La Iglesia vela por el derecho a la
vida humana desde su comienzo a su término natural, porque la vida es sagrada
y nadie puede disponer de ella arbitrariamente (Discurso, 16 de abril).
*La Iglesia vela por la protección y
ayuda a la familia, y aboga por medidas económicas, sociales y jurídicas para
que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia tengan
el apoyo necesario para cumplir su vocación de ser santuario del amor y de la
vida (Discurso, 16 de abril).
*La Iglesia aboga también por una
educación que integre los valores morales y religiosos según las convicciones
de los padres, como es su derecho, y como conviene al desarrollo integral de
los jóvenes. (Discurso, 16 de abril).
*La Iglesia no es una asociación
cualquiera que se ocupa de las necesidades religiosas de los hombres y, por
eso mismo, no limita su cometido sólo a dicha asociación. No, ella conduce al
hombre al encuentro con Dios y, por tanto, con el principio de todas las cosas
(Homilía, 23 de abril).
MAYO
*La Iglesia no busca privilegios ni
pretende asumir las responsabilidades que corresponden a las instituciones
políticas; respetando la legítima laicidad del Estado, está atenta a sostener
los derechos fundamentales del hombre (Discurso, 26 de mayo).
*La Iglesia prolonga en el tiempo y en
el espacio la misión salvadora de Cristo: quiere llegar a todo ser humano,
movida por el deseo de que cada persona llegue a conocer que nada puede
separarlo del amor de Cristo (Discurso, 27 de mayo).
JUNIO
*La Iglesia no ignora que todo lo que
favorece la concordia y la fraternidad, la erradicación de la pobreza, el
incremento de la justicia y el diálogo, así como el afianzamiento del mutuo
entendimiento, abre horizontes luminosos de futuro y enaltece al ser humano,
de quien jamás debe olvidarse que es imagen de Dios (Discurso, 9 de junio).
*La Iglesia
no pide la concesión de privilegios particulares. Ella desea ser fiel a su
propia finalidad y servir a cada persona sin distinción, según la misión
confiada por Cristo
(Discurso, 9 de junio).
*Motivados por el
amor de Cristo, y actuando sobre la base de la dignidad humana compartida por
todos los miembros de la familia humana, la Iglesia desea contribuir de muchas
maneras al bien de la sociedad (Discurso, 9 de junio).
*La Iglesia, respetuosa de la legítima
autonomía de la que debe gozar el poder civil, colabora con él, al servicio
del hombre, en la defensa de sus derechos fundamentales, de aquellas
instancias éticas que están inscritas en su misma naturaleza (Discurso, 19 de
junio).
*Además,
la Iglesia pide para la familia el debido
reconocimiento y un apoyo efectivo. De hecho, sabemos bien que en el contexto
actual se pone en tela de juicio la institución familiar, casi en un intento
de ignorar su irrenunciable valor (Discurso, 19 de junio).
JULIO
*La Iglesia no posee en sí misma el
principio vital, sino que depende de Cristo, de quien es signo e instrumento
eficaz. En la relación con el Señor Jesús encuentra su identidad más profunda:
ser don de Dios para la humanidad, prolongando la presencia y la obra de
salvación del Hijo de Dios por medio del Espíritu Santo (Discurso, 2 de
julio).
*La Iglesia es esencialmente un
misterio de amor al servicio de la humanidad con vistas a su santificación
(Discurso, 2 de julio).
*El ser Iglesia, por tanto, no viene
sólo de una fuerza organizativa nuestra, humana, sino que encuentra su
manantial y su verdadero significado en la comunión de amor del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo: este amor eterno es la fuente de la que procede la
Iglesia, y la Trinidad santísima es el modelo de unidad en la diversidad y
genera y plasma la Iglesia como misterio de comunión (Discurso, 2 de julio).
*Es importante destacar que la Iglesia
no es una organización social, filantrópica, como muchas otras: es la
comunidad de Dios, es la comunidad que cree, que ama, que adora al Señor Jesús
y abre las «velas» al soplo del Espíritu Santo, y por esto es una comunidad
capaz de evangelizar y de humanizar (Discurso, 2 de julio).
AGOSTO
*La Iglesia, haciendo presente en el
tiempo el misterio de la eternidad de Dios (Mensaje, 10 de agosto).
*En la comunidad eclesial la
pro-existencia del Hijo de Dios nos alcanza; en ella la vida eterna, a la que
toda la existencia está destinada, se hace experimentable ya desde ahora
(Mensaje, 10 de agosto).
*La Iglesia
no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está
estrechamente unida a Dios. El mismo Cristo se refiere a ella como «su»
Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar
la cabeza del cuerpo [cf.
1Co 12,12]. La Iglesia no vive de sí
misma, sino del Señor. Él está presente en medio de ella, y le da vida,
alimento y fortaleza (Homilía, 21 de agosto).
SEPTIEMBRE
*Mediante sus parroquias, escuelas y
orfanatos, así como sus hospitales, clínicas y dispensarios, la Iglesia da una
inestimable contribución al bienestar no sólo de los católicos, sino también
de la sociedad en general. Entre esas instituciones de vuestra región ocupan
un lugar especial las escuelas (Discurso, 8 de septiembre).
*Los recursos concretos más
significativos de las Iglesias que pastoreáis no son los edificios, las
escuelas, los orfanatos, los conventos o parroquias, sino los hombres, las
mujeres y los niños de la Iglesia en la India que hacen vida la fe, que dan
testimonio de la presencia amorosa de Dios a través de vidas de santidad
(Discurso, 19 de septiembre).
*La enorme bendición de la fe en Dios
y en su Hijo, Jesucristo, de quien los miembros de la Iglesia dan testimonio,
les motiva a obrar de forma altruista, amable, amorosa y caritativa (Discurso,
19 de septiembre).
*Más importante todavía es que la
Iglesia en la India proclama su fe y su amor a la sociedad en general,
concretándolos a través del interés por todas las personas, en todo aspecto de
su vida espiritual y material (Discurso, 19 de septiembre).
*La Iglesia católica es amiga de los
pobres. Como Cristo, ella acoge sin excepciones a cuantos se le acercan para
escuchar el mensaje divino de paz, esperanza y salvación (Discurso, 19 de
septiembre).
*Además, si
las Iglesias locales garantizan el ofrecimiento de una formación apropiada a
quienes, motivados auténticamente por el amor a Dios y al prójimo, desean
convertirse en cristianos, esas Iglesias locales permanecerán fieles al
mandato de Cristo de enseñar «a todas las naciones» [cf.
Mt
28, 19] (Discurso, 19 de septiembre).
*Dios acoge a todos, sin distinción,
en la unión con él, a través de la Iglesia (Discurso, 19 de septiembre).
*La Iglesia es esa comunidad de vida
con Jesucristo y de uno para con el otro, que está fundada en el Bautismo y se
profundiza cada vez más en la Eucaristía. “Yo soy la verdadera vid”; pero esto
significa en realidad: “Yo soy vosotros y vosotros sois yo”; una
identificación inaudita del Señor con nosotros, con su Iglesia (Homilía, 22 de
septiembre).
*Cristo
mismo preguntó a Saulo, el perseguidor de la Iglesia, antes de llegar a
Damasco: “¿Por qué me persigues?” (Hch
9, 4). De ese modo, el Señor señala el destino común que se deriva de la
íntima comunión de vida de su Iglesia con Él, el Resucitado. En este mundo, Él
continúa viviendo en su Iglesia. Él está con nosotros, y nosotros con Él:
“¿Por qué me persigues?” (Homilía, 22 de septiembre).
*En definitiva, es a Jesús a quien los
perseguidores de la Iglesia quieren atacar. Y, al mismo tiempo, esto significa
que no estamos solos cuando nos oprimen a causa de nuestra fe. Jesucristo está
en nosotros y con nosotros (Homilía, 22 de septiembre).
*La Iglesia es el “sacramento
universal de salvación” (Lumen
gentium 48) que existe para
los pecadores, para nosotros, para abrirnos el camino de la conversión, de la
curación y de la vida. Ésta es la constante y gran misión de la Iglesia, que
le ha sido confiada por Cristo (Homilía, 22 de septiembre).
*Algunos miran a la Iglesia,
quedándose en su apariencia exterior. De este modo, la Iglesia aparece
únicamente como una organización más en una sociedad democrática, a tenor de
cuyas normas y leyes se juzga y se trata una figura tan difícil de comprender
como es la “Iglesia” (Homilía, 22 de septiembre).
*La insatisfacción y el desencanto se
difunden si no se realizan las propias ideas superficiales y erróneas acerca
de la “Iglesia” y los “ideales sobre la Iglesia” que cada uno tiene (Homilía,
22 de septiembre).
*Permanecer en Cristo significa, como
ya hemos visto, permanecer también en la Iglesia (Homilía, 22 de septiembre).
*La Iglesia como mensajera de la
Palabra de Dios y dispensadora de los sacramentos nos une a Cristo, la
verdadera vid (Homilía, 22 de septiembre).
*Con la Iglesia y en la Iglesia
podemos anunciar a todos los hombres que Cristo es la fuente de la vida, que
Él está presente, que Él es la gran realidad que buscamos y anhelamos. Él se
entrega a sí mismo y así nos da a Dios, la felicidad, el amor (Homilía, 22 de
septiembre).
*La verdadera crisis de la Iglesia en
el mundo occidental es una crisis de fe. Si no llegamos a una verdadera
renovación en la fe, toda reforma estructural será ineficaz (Discurso, 24 de
septiembre).
*Desde hace decenios, asistimos a una
disminución de la práctica religiosa, constatamos un creciente distanciamiento
de una notable parte de los bautizados de la vida de la Iglesia (Discurso, 25
de septiembre).
*A la beata Madre Teresa le
preguntaron una vez cuál sería, según ella, lo primero que se debería cambiar
en la Iglesia. Su respuesta fue: Usted y yo (Discurso, 25 de septiembre).
*Iglesia no son sólo los demás, la
jerarquía, el Papa y los obispos; la Iglesia somos todos nosotros, los
bautizados (Discurso, 25 de septiembre).
*Por lo que se refiere al motivo
fundamental del cambio, éste consiste en la misión apostólica de los
discípulos y de la Iglesia misma. En efecto, la Iglesia debe verificar
constantemente su fidelidad a esta misión (Discurso, 25 de septiembre).
*La misión de la Iglesia se deriva del
misterio del Dios uno y trino, del misterio de su amor creador. Y el amor no
está presente en Dios sólo de un modo cualquiera: Él mismo lo es, es por su
naturaleza amor. Y el amor de Dios no quiere quedarse aislado en sí mismo,
sino que por su naturaleza quiere difundirse (Discurso, 25 de septiembre).
*La Iglesia no posee nada por sí misma
ante Aquel que la ha fundado, de modo que se pudiera decir: ¡La hemos hecho
muy bien! Su sentido consiste en ser instrumento de la redención, en dejarse
impregnar por la Palabra de Dios y en introducir al mundo en la unión de amor
con Dios (Discurso, 25 de septiembre).
*La Iglesia se sumerge en la atención
condescendiente del Redentor para con los hombres. Cuando es realmente Ella
misma, está siempre en movimiento, debe ponerse constantemente al servicio de
la misión que ha recibido del Señor (Discurso, 25 de septiembre).
*En el desarrollo histórico de la
Iglesia se manifiesta, sin embargo, también una tendencia contraria, es decir,
la de una Iglesia satisfecha de sí misma, que se acomoda en este mundo, es
autosuficiente y se adapta a los criterios del mundo (Discurso, 25 de
septiembre).
*Para
corresponder a su verdadera tarea, la Iglesia debe hacer una y otra vez el
esfuerzo de desprenderse de esta secularización suya y volver a estar de nuevo
abierta a Dios. Con esto sigue las palabras de Jesús: “No son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo” (Jn
17,16), y es precisamente así como Él se entrega al mundo (Discurso, 25 de
septiembre).
*Las secularizaciones –sea que
consistan en expropiaciones de bienes de la Iglesia o en supresión de
privilegios o cosas similares– han significado siempre una profunda liberación
de la Iglesia de formas mundanas: se despoja, por decirlo así, de su riqueza
terrena y vuelve a abrazar plenamente su pobreza terrena (Discurso, 25 de
septiembre).
*Liberada de fardos y privilegios
materiales y políticos, la Iglesia puede dedicarse mejor y de manera
verdaderamente cristiana al mundo entero; puede verdaderamente estar abierta
al mundo. Puede vivir nuevamente con más soltura su llamada al ministerio de
la adoración de Dios y al servicio del prójimo (Discurso, 25 de septiembre).
*La Iglesia se abre al mundo, no para
obtener la adhesión de los hombres a una institución con sus propias
pretensiones de poder, sino más bien para hacerles entrar en sí mismos y
conducirlos así hacia Aquel del que toda persona puede decir con san Agustín:
Él es más íntimo a mí que yo mismo (Discurso, 25 de septiembre).
*Una Iglesia aligerada de los
elementos mundanos es capaz de comunicar a los hombres –tanto a los que sufren
como a quienes los ayudan–, precisamente también en el ámbito social y
caritativo, la particular fuerza vital de la fe cristiana (Discurso, 25 de
septiembre).
*Sólo la profunda relación con Dios
hace posible una plena atención al hombre, del mismo modo que sin una atención
al prójimo se empobrece la relación con Dios (Discurso, 25 de septiembre).
*Estar abiertos a las vicisitudes del
mundo significa por tanto para la Iglesia desligada del mundo testimoniar,
según el Evangelio, con palabras y obras, aquí y ahora, la señoría del amor de
Dios (Discurso, 25 de septiembre).
OCTUBRE
*La Iglesia está llamada a seguir a su
divino Maestro, que recapitula todas las cosas en sí mismo, y a dar testimonio
de la paz que sólo él puede dar (Discurso, 7 de octubre).
*La renovación de la Iglesia
pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes:
con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados
efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos
dejó (Carta
Apostólica, 11 de octubre).
*La Iglesia, abrazando en su seno a
los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación, y busca
sin cesar la conversión y la renovación (Carta Apostólica, 11 de octubre).
*La Iglesia en el día de Pentecostés
muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a
todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita
para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso
(Carta Apostólica, 11 de octubre).
*La Iglesia, por tanto, no se limita a
recordar a los hombres la justa distinción entre la esfera de autoridad del
César y la de Dios, entre el ámbito político y el religioso (Homilía, 16 de
octubre).
*La misión de la Iglesia, como la de
Cristo, es esencialmente hablar de Dios, hacer memoria de su soberanía,
recordar a todos, especialmente a los cristianos que han perdido su identidad,
el derecho de Dios sobre lo que le pertenece, es decir, nuestra vida (Homilía,
16 de octubre).
*No es deber de
la Iglesia definir las vías para afrontar la crisis actual. Sin embargo, los
cristianos tienen el deber de denunciar los males, de testificar y tener vivos
los valores en los que se fundamenta la dignidad de la persona, y de promover
aquellas formas de solidaridad que favorecen el bien común, para que la
humanidad se convierta en la familia de Dios (Discurso, 15 de octubre).
*Al actuar como voz de los que no la
tienen y defendiendo los derechos de los débiles, incluyendo los pobres, los
enfermos, los no nacidos, los ancianos y los miembros de grupos minoritarios
que sufren injusta discriminación, la Iglesia pretende promover siempre la
justicia natural así como su derecho y deber de hacerlo (Discurso, 21 de
octubre).
*Mientras reconoce con humildad que
sus propios miembros no siempre viven en los altos niveles que ella plantea,
la Iglesia no puede hacer otra cosa que continuar instando a todo el mundo,
sus propios miembros inclusive, a buscar qué se puede hacer de acuerdo con la
justicia y la recta razón y oponiéndose a lo que le es contrario (Discurso, 21
de octubre).
*El magisterio social de la Iglesia
pone mucho énfasis en el bien común, así como en el bien integral de los
individuos, y en la atención necesaria siempre para discernir si los derechos
percibidos están verdaderamente de acuerdo con los principios naturales
(Discurso, 21 de octubre)
*La Iglesia espera que el Estado, a su
vez, reconozca que una sana laicidad no debe considerar la religión como un
simple sentimiento individual que se puede relegar al ámbito privado, sino
como una realidad que, al estar también organizada en estructuras visibles,
necesita que se reconozca su presencia comunitaria pública (Discurso, 31 de
octubre).
*Corresponde al Estado garantizar la
posibilidad del libre ejercicio de culto de cada confesión religiosa, así como
sus actividades culturales, educativas y caritativas, siempre que ello no esté
en contraste con el orden moral y público (Discurso, 31 de octubre).
*La contribución de la Iglesia no se
limita a iniciativas asistenciales, humanitarias y educativas concretas, sino
que incluye, sobre todo, el crecimiento ético de la sociedad, impulsado por
las múltiples manifestaciones de apertura a lo trascendente y por medio de la
formación de conciencias sensibles al cumplimiento de los deberes de
solidaridad (Discurso, 31 de octubre).
*La Iglesia «no puede ni debe
sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha
por la justicia» (Deus
caritas est, 28), por
lo cual siempre se mostrará feliz de contribuir a la asistencia a los más
necesitados, ayudándoles a librarse de su situación de indigencia, pobreza y
exclusión (Discurso, 31 de octubre).
NOVIEMBRE
*En el
Credo
profesamos la
Iglesia «santa», santa en cuanto que es el Cuerpo de Cristo, es instrumento de
participación en los santos Misterios —en primer lugar, la Eucaristía— y
familia de los santos, a cuya protección se nos encomienda en el día del
Bautismo (Angelus, 1 de noviembre.
*La Iglesia es también una comunidad
cultural y de este modo influye en las sociedades donde se halla presente. Sin
embargo, está convencida de que no sólo ha creado aspectos culturales comunes
de diversas formas en los distintos países, y de que a su vez ha sido plasmada
por sus tradiciones (Discurso, 7 de noviembre).
*Hoy se vuelve a discutir de valores
fundamentales del ser humano, en los que se trata de la dignidad del hombre en
cuanto tal. Aquí la Iglesia, más allá del ámbito de su fe, considera que tiene
el deber de defender, en la totalidad de nuestra sociedad, las verdades y los
valores en los que está en juego la dignidad del hombre en cuanto tal
(Discurso, 7 de noviembre).
*La Iglesia acompaña al Estado en su
misión; quiere ser como el alma de ese cuerpo, indicando incansablemente lo
esencial: Dios y el hombre (Discurso, 19 de noviembre)
*Conviene repetir que, distinguiendo
el papel de los Pastores y el de los fieles laicos, la misión de la Iglesia no
es de orden político. Su función es educar al mundo en el sentido religioso
proclamando a Cristo (Exhort. Apost. Africae Munus 23, 19 de noviembre).
*La Iglesia desea ser signo y
salvaguarda de la trascendencia de la persona humana. Por eso debe educar a
los hombres a buscar la verdad suprema ante lo que ellos son y sus
interrogantes, para encontrar soluciones justas a sus problemas (Exhort. Apost.
Africae Munus 23, 19 de noviembre).
DICIEMBRE
*El compromiso
social de la Iglesia no es sólo algo humano, ni se resuelve en una teoría
social. La transformación de la sociedad, realizada por los cristianos a
través de los siglos, es una respuesta a la venida al mundo del Hijo de Dios:
el esplendor de tal Verdad y Caridad ilumina toda la cultura y sociedad
(Discurso, 2 de diciembre).
*En todas las épocas la Iglesia es
sostenida por la luz y la fuerza de Dios, que la alimenta en el desierto con
el pan de su Palabra y de la santa Eucaristía (Discurso, 8 de diciembre).
*En toda tribulación, a través de
todas las pruebas que encuentra a lo largo de los tiempos y en las diversas
partes del mundo, la Iglesia sufre persecución pero resulta vencedora
(Discurso, 8 de diciembre).
*La comunidad cristiana es la
presencia, la garantía del amor de Dios contra todas las ideologías del odio y
del egoísmo (Discurso, 8 de diciembre).
*La única insidia que la Iglesia puede
y debe temer es el pecado de sus miembros (Discurso, 8 de diciembre).
*La Iglesia es santa, pero al mismo
tiempo, marcada por nuestros pecados (Discurso, 8 de diciembre).
AÑO 2012
ENERO
*María es
madre y modelo de la Iglesia, que acoge en la fe la Palabra divina y se ofrece
a Dios como «tierra fecunda» en la que él puede seguir cumpliendo su misterio
de salvación (Homilía
1 de enero).
*También la Iglesia participa en el
misterio de la maternidad divina mediante la predicación, que esparce por el
mundo la semilla del Evangelio, y mediante los sacramentos, que comunican a
los hombres la gracia y la vida divina (Homilía, 1 de enero).
*La Iglesia, al igual que María, es
mediadora de la bendición de Dios para el mundo: la recibe acogiendo a Jesús y
la transmite llevando a Jesús. Él es la misericordia y la paz que el mundo no
se puede dar por sí mismo y que es tan necesaria siempre, o más que el pan
(Homilía).
*Para la Comunidad eclesial, educar
para la paz forma parte de la misión que ha recibido de Cristo, forma parte
integrante de la evangelización, porque el Evangelio de Cristo es también el
Evangelio de la justicia y la paz (Homilía, 1 de enero).
*La Iglesia, con su larga tradición de
respeto de la correcta relación entre fe y razón, tiene un papel fundamental
que desempeñar al oponerse a las corrientes culturales que, sobre la base de
un individualismo extremo, buscan promover conceptos de libertad separados de
la verdad moral (Audiencia, 19 de enero).
*El testimonio de la Iglesia, por lo
tanto, es público por naturaleza. La Iglesia busca convencer proponiendo
argumentos racionales en el ámbito público (Audiencia, 19 de enero).
*La separación legítima entre Iglesia
y Estado no puede interpretarse como si la Iglesia debiera callar sobre
ciertas cuestiones, ni como si el Estado pudiera elegir no implicar, o ser
implicado, por la voz de los creyentes comprometidos a determinar los valores
que deberían forjar el futuro de la nación (Audiencia, 19 de enero).
*En el acto de la
última Cena, Jesús crea la Iglesia. Porque, ¿qué es la Iglesia sino la
comunidad de los discípulos que, mediante la fe en Jesucristo como enviado del
Padre, recibe su unidad y se ve implicada en la misión de Jesús de salvar el
mundo llevándolo al conocimiento de Dios? Aquí encontramos realmente una
verdadera definición de la Iglesia (Audiencia, 25 de enero).
*La Iglesia nace de
la oración de Jesús. Y esta oración no es solamente palabra: es el acto en que
él se “consagra” a sí mismo, es decir, “se sacrifica” por la vida del mundo
(Audiencia, 25 de enero).
*La Iglesia se
convierte entonces en el lugar donde continúa la misión misma de Cristo: sacar
al «mundo» de la alienación del hombre de Dios y de sí mismo, es decir,
sacarlo del pecado, para que vuelva a ser el mundo de Dios (Audiencia, 25 de
enero).
FEBRERO
*La Iglesia no tiene como principal
vocación transformar el orden político o cambiar el tejido social. Quiere
aportar la luz de Cristo. Es él quien trasformará todo y a todos (Discurso, 10
de febrero).
*La Iglesia misma es como una ventana,
el lugar en el que Dios se acerca, se encuentra con el mundo (Homilía, 19 de
febrero).
*La Iglesia no existe por sí misma, no
es el punto de llegada, sino que debe remitir más allá, hacia lo alto, por
encima de nosotros (Homilía, 19 de febrero).
*La Iglesia es verdaderamente ella
misma en la medida en que deja trasparentar al Otro – con la «O» mayúscula –
del cual proviene y al cual conduce (Homilía, 19 de febrero).
*La Iglesia es el lugar donde Dios
«llega» a nosotros, y desde donde nosotros «partimos» hacia él; ella tiene la
misión de abrir más allá de sí mismo ese mundo que tiende a creerse un todo
cerrado y llevarle la luz que viene de lo alto, sin la cual sería inhabitable
(Homilía, 19 de febrero).
*Todo en la Iglesia se apoya sobre la
fe: los sacramentos, la liturgia, la evangelización, la caridad. También el
derecho, también la autoridad en la Iglesia se apoya sobre la fe (Homilía, 19
de febrero).
*La Iglesia no se da a sí misma las
reglas, el propio orden, sino que lo recibe de la Palabra de Dios, que escucha
en la fe y trata de comprender y vivir (Homilía, 19 de febrero).
MARZO
*La Iglesia tiene la gran
responsabilidad de educar las conciencias, educar en la responsabilidad moral
y desenmascarar el mal, desenmascarar esta idolatría del dinero, que esclaviza
a los hombres sólo por él; desenmascarar también las falsas promesas, la
mentira, la estafa, que está detrás de la droga (Entrevista, 23 de marzo).
*La Iglesia debe desenmascarar el mal,
hacer presente la bondad de Dios, hacer presente su verdad, el verdadero
infinito del cual tenemos sed. Es el gran deber de la Iglesia (Entrevista, 23
de marzo).
*La Iglesia no es un poder político,
no es un partido, sino una realidad moral, un poder moral. Dado que la
política debe ser fundamentalmente una realidad moral, la Iglesia, en este
aspecto, tiene que ver fundamentalmente con la política (Entrevista, 23 de
marzo).
*La Iglesia está siempre de la parte
de la libertad: libertad de conciencia, libertad de religión (Entrevista, 23
de marzo).
*La renovación de la Iglesia pasa
también por el testimonio que dan los cristianos mismos con su vida, para que
resplandezca la Palabra de verdad que el Señor nos dejó (Video-mensaje 24 de
marzo).
*La Virgen María, por su papel
insustituible en el misterio de Cristo, representa la imagen y el modelo de la
Iglesia. También la Iglesia, al igual que hizo la Madre de Cristo, está
llamada a acoger en sí el misterio de Dios que viene a habitar en ella
(Homilía, 26 de marzo).
*La Iglesia, cuerpo vivo de Cristo,
tiene la misión de prolongar en la tierra la presencia salvífica de Dios, de
abrir el mundo a algo más grande que sí mismo, al amor y la luz de Dios
(Homilía, 26 de marzo).
*La Iglesia vive para hacer partícipes
a los demás de lo único que ella tiene, y que no es sino Cristo, esperanza de
la gloria (Homilía, 28 de marzo).
*Cuando la Iglesia pone de relieve
este derecho (a la libertad religiosa), no está reclamando privilegio alguno.
Pretende sólo ser fiel al mandato de su divino fundador, consciente de que
donde Cristo se hace presente, el hombre crece en humanidad y encuentra su
consistencia (Homilía, 28 de marzo).
ABRIL
*La Iglesia no sólo debe anunciar la
Palabra, sino también realizar la Palabra, que es caridad y verdad (Audiencia,
25 de abril).
MAYO
*Aquí se nos revela la verdadera
naturaleza escondida de la Iglesia. Aun constituyendo una comunidad compuesta
por personas, es al mismo tiempo un misterio divino. Cuerpo de Cristo, casa de
Dios, así la llama la Sagrada Escritura (Carta 3 de mayo).
*La Iglesia de Jesucristo no es
simplemente un grupo de intereses, una empresa común, en una palabra, una
forma de sociedad humana que, por tanto, podría estar formada y guiada según
reglas seculares, políticas, con medios temporales (Carta, 3 de mayo).
JUNIO
*Cuando la Iglesia manifiesta su
preocupación en el ámbito público, lo hace legítimamente y con el fin de
contribuir al bien común, no proponiendo soluciones políticas concretas, sino
más bien ayudando a purificar e iluminar la aplicación de la razón al
descubrimiento de principios morales objetivos (Discurso, 9 de junio).
*Desde los primeros tiempos, la noción
de koinonia o
communio ha sido central en la
comprensión que la Iglesia ha tenido de sí misma, de su relación con Cristo,
su Fundador, y de los sacramentos que celebra, sobre todo la Eucaristía (Video
Mensaje, 17 de junio).
*La Iglesia no es una comunidad de
perfectos, sino de pecadores que se deben reconocer necesitados del amor de
Dios, necesitados de ser purificados por medio de la Cruz de Jesucristo
(Homilía, 29 de junio).
OCTUBRE
*La Iglesia no comienza con nuestro
«hacer», sino con el «hacer» y el «hablar» de Dios (Meditación, 8 de octubre).
NOVIEMBRE
*Las notas características de la
Iglesia responden al designio divino, como se afirma en el
Catecismo de la
Iglesia Católica:
«Es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa,
católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de
estas cualidades» [n. 811] (Discurso, 24 de noviembre).
*La Iglesia
es católica porque Cristo abraza en su misión de salvación a toda la
humanidad. Aunque la misión de Jesús en su vida terrena se limitaba al pueblo
judío, «a las ovejas descarriadas de Israel» [Mt
15,24], sin embargo desde el inicio estaba orientada a llevar a todos los
pueblos la luz del Evangelio y a hacer entrar a todas las naciones en el Reino
de Dios (Discurso, 24 de noviembre).
*En efecto, en este nuevo reino, que
la Iglesia anuncia y anticipa, y que vence la fragmentación y la dispersión,
se entra precisamente siguiendo a Jesús, dejándose atraer dentro de su
humanidad, y por tanto en la comunión con Dios (Discurso, 24 de noviembre).
*Jesús no envía su Iglesia a un grupo,
sino a la totalidad del género humano para reunirlo, en la fe, en un único
pueblo con el fin de salvarlo (Discurso, 24 de noviembre).
*La universalidad de la Iglesia
proviene de la universalidad del único plan divino de salvación del mundo
(Discurso, 24 de noviembre).
*La misión universal de la Iglesia no
sube desde abajo, sino que desciende de lo alto, del Espíritu Santo, y está
orientada desde el primer instante a expresarse en toda cultura para formar
así el único Pueblo de Dios (Discurso, 24 de noviembre).
*La Iglesia quiere suscitar en el
corazón de cada creyente una conciencia mayor de que el encuentro con Cristo
es la fuente de la verdadera vida y de una sólida esperanza (Homilía, 31 de
diciembre).
*La Iglesia, que ha recibido de su
Señor la misión de evangelizar, sabe bien que el Evangelio está destinado a
todos los hombres, en particular a las nuevas generaciones, para saciar la sed
de verdad que cada uno lleva en el corazón y que frecuentemente está ofuscada
por las muchas cosas que ocupan la vida (Homilía, 31 de diciembre).
AÑO 2013
ENERO
*La
salus animarum
es la suprema ley en la Iglesia (Discurso, 26 de enero).
Recopilados por: P. Mariano Esteban Caro
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