Sumos Pontífices
Benedicto XVI
Familia
AÑO 2005
MAYO
*La familia cristiana tiene, hoy más que nunca, una misión nobilísima e
ineludible, como es transmitir la fe, que implica la entrega a Jesucristo,
muerto y resucitado, y la inserción en la comunidad eclesial (Carta, 17 de
mayo).
JUNIO
*Para poder comprender la misión de la familia en
la comunidad cristiana y sus
tareas de formación de la persona y transmisión de la fe, hemos de partir
siempre del significado que el matrimonio y la familia tienen en el plan de
Dios creador y salvador (Discurso, 6 de junio).
*El matrimonio y la familia no son, en realidad, una construcción sociológica
casual, fruto de situaciones históricas y económicas particulares (Discurso, 6
de junio).
*La cuestión de la correcta relación entre el hombre y la mujer hunde sus
raíces en la esencia más profunda del ser humano y sólo a partir de ella puede
encontrar su respuesta (Discurso, 6 de junio).
*Las diversas formas actuales de disolución del matrimonio, como las uniones
libres y el “matrimonio a prueba”, hasta el pseudomatrimonio entre personas
del mismo sexo, son expresiones de una libertad anárquica, que se quiere
presentar erróneamente como verdadera libertad del hombre (Discurso, 6 de
junio).
*La verdad del matrimonio y la familia hunde sus raíces en la verdad del
hombre (Discurso, 6 de junio).
*El valor de sacramento que el matrimonio asume en Cristo significa, por
tanto, que el don de la creación fu elevado a gracia de redención (Discurso, 6
de junio).
*En el hombre y en la mujer, la paternidad y la maternidad, como el cuerpo y
como el amor, no se pueden reducir a lo biológico (Discurso, 6 de junio).
*La edificación de cada familia cristiana se sitúa en el contexto de la
familia más amplia, que es la Iglesia (Discurso, 6 de junio).
*Los padres deben ayudar a sus hijos a descubrir el valor y la importancia de
la respuesta a la invitación de Cristo, que convoca a toda la familia
cristiana a la misa dominical (Ángelus, 12 de junio).
DICIEMBRE
*Los hijos tienen el derecho de nacer y crecer en
el seno de una familia fundada sobre el matrimonio (Discurso, 3 de diciembre).
*Los hijos son la mayor riqueza y el bien más preciado de la familia. Por eso,
es necesario ayudar a todas las personas a tomar conciencia del mal intrínseco
del crimen del aborto, que, al atentar contra la vida humana en su inicio, es
también una agresión contra la sociedad misma (Discurso, 3 de diciembre).
*El amor y la entrega total de los esposos, con sus notas peculiares de
exclusividad, fidelidad, permanencia en el tiempo y apertura a la vida, está
en la base de esa comunidad de vida y amor que es el matrimonio (Discurso, 3
de diciembre).
*La familia desempeña un papel insustituible en la educación de la juventud,
conjugando autoridad y apoyo afectivo, dando a todos los jóvenes los valores
indispensables para su maduración personal y el sentido del bien común, así
como todos los elementos necesarios para la vida social (Discurso, 19 de
diciembre 2005).
*El matrimonio basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte en el
icono de la relación de Dios con su pueblo y, viceversa, el modo de amar de
Dios se convierte en la medida del amor humano (Encíclica-11, 25 de
diciembre).
AÑO 2006
FEBRERO
*Sin la familia cristiana faltaría la unidad básica de vida y de construcción
de la “familia de Dios” (Discurso, 20 de febrero).
MARZO
*Donde se hace oración juntos, está presente el Señor, está presente la fuerza
que puede romper incluso la “esclerocardia”, la dureza del corazón que, según
el Señor, es el verdadero motivo del divorcio (Encuentro, 2 de marzo).
ABRIL
*El
matrimonio es un sacramento del Creador del universo; por tanto, ha sido
inscrito precisamente en
el ser humano mismo, que está orientado
hacia este camino (Respuesta, 6 de abril).
*El sacramento del matrimonio no es una invención de la Iglesia; en realidad
fue creado juntamente con el hombre como tal, como fruto del dinamismo del
amor, en el que el hombre y la mujer se encuentran mutuamente y así encuentran
también al Creador que los llamó al amor (Respuesta, 6 de abril).
MAYO
*Hay
que superar una concepción del amor como algo meramente privado, hoy muy
generalizada (Discurso,
11 de mayo).
*La comunión de vida
amor, que es el matrimonio, se convierte así
en un auténtico bien para la sociedad (Discurso, 11 de mayo).
*La familia es considerada con razón como iglesia doméstica y santuario de la
vida (Discurso, 13 de mayo).
*El matrimonio, elevado por Cristo a la altísima dignidad de sacramento,
confiere mayor esplendor y profundidad al vínculo conyugal, y compromete con
mayor fuerza a los esposos que, bendecidos por el Señor de la alianza, se
prometen fidelidad hasta la muerte en el amor abierto a la vida (Discurso, 13
de mayo).
*El centro y el corazón de la familia es el Señor, que los acompaña en su
unión y los sostiene en la misión de educar a sus hijos hacia la edad madura
(Discurso, 13 de mayo).
*La familia cristiana coopera con Dios no sólo engendrando para la vida
natural, sino también cultivando las semillas de la vida divina donada en el
bautismo (Discurso, 13 de mayo).
*La estabilidad de la familia está hoy en peligro. Para salvaguardarla con
frecuencia es necesario ir contracorriente con respecto a la cultura
dominante, y esto exige paciencia, esfuerzo, sacrificio y búsqueda incesante
de comprensión mutua (Discurso, 13 de mayo).
*También hoy los cónyuges pueden superar las dificultades y mantenerse fieles
a su vocación, recurriendo a la ayuda de Dios con la oración y participando
asiduamente en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía (Discurso, 13
de mayo).
JUNIO
*La Iglesia, maestra de vida, encuentra en la ley natural y en la palabra de
Dios los principios que indican las bases irrenunciables para edificar la
familia según el designio del Creador (Discurso, 23 de junio).
JULIO
*La familia es el ámbito privilegiado donde cada persona aprende a dar y a
recibir amor (Discurso, 8 de julio).
*La familia es una institución intermedia entre el individuo y la sociedad, y
nada la puede suplir totalmente (Discurso, 8 de julio).
*La familia es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del
amor, de la donación total y generosa de los padres (Discurso, 8 de julio).
*Junto con la transmisión de la fe y del amor del Señor, una de las tareas más
grandes de la familia es la de formar personas libres y responsables
(Discurso, 8 de julio).
*Transmitir la fe a los hijos, con la ayuda de otras personas e instituciones
como la parroquia, la escuela o las asociaciones católicas, es una
responsabilidad que los padres no pueden olvidar, descuidar o delegar
totalmente (Discurso, 8 de julio).
*El lenguaje de la fe se aprende en los hogares donde esta fe crece y se
fortalece a través de la oración y de la práctica cristiana (Discurso, 8 de
julio).
*La familia es una escuela de humanización del hombre, para que crezca hasta
hacerse verdaderamente hombre (Discurso, 8 de julio).
*La experiencia de ser amados por los padres lleva a los hijos a tener
conciencia de su dignidad de hijos (Discurso, 8 de julio).
*En el origen de todo hombre y, por tanto, en toda paternidad y maternidad
humana está presente Dios Creador. Por eso los esposos deben acoger al niño
que les nace como hijo no sólo suyo, sino también de Dios, que lo ama por sí
mismo y lo llama a la filiación divina (Homilía, 9 de julio).
*La familia cristiana transmite la fe cuando los padres enseñan a sus hijos a
rezar y rezan con ellos (Homilía, 9 de julio).
*La alegría amorosa con la que nuestros padres nos acogieron y acompañaron en
los primeros pasos en este mundo es como un signo y prolongación sacramental
del amor benevolente de Dios del que procedemos (Homilía, 9 de julio).
AGOSTO
*Hoy se llega a la crisis matrimonial en el momento en que se constata la
diversidad de temperamentos, la dificultad de soportarse cada día, durante
toda la vida. Entonces al final se decide: separémonos (Encuentro, 31 de
agosto).
*Los esposos deben aprender juntos a seguir adelante, también por amor a los
hijos, y así conocerse de nuevo, amarse de nuevo, con un amor mucho más
profundo, mucho más verdadero. Así, en un camino largo, con sus sufrimientos,
realmente madura el amor (Encuentro, 31 de agosto).
SEPTIEMBRE
*Os pido que vayáis con vuestros hijos a la iglesia para participar en la
celebración eucarística del domingo. Veréis que no es perder el tiempo; al
contrario, es lo que mantiene verdaderamente unida a la familia, dándole su
centro (Homilía 10 de septiembre).
*Rezad juntos también en casa: a la mesa, antes de acostarse (Homilía, 1 de
septiembre).
*Si Dios está presente en la familia y se experimenta su cercanía en la
oración, la vida en la familia se hace más feliz y adquiere una dimensión
mayor (Homilía, 10 de septiembre).
*Es fundamental mostrar que la institución matrimonial contribuye al verdadero
desarrollo de las personas y de la sociedad, y permite garantizar la dignidad,
la igualdad y la verdadera libertad del hombre y de la mujer, así como el
crecimiento humano y espiritual de los niños (Discurso, 23 de septiembre).
OCTUBRE
*Sobre todas las familias, especialmente sobre las que atraviesan
dificultades, invoco la protección maternal de la Virgen y de su esposo san
José. María, Reina de la familia, ruega por nosotros (Ángelus, 1 de octubre).
NOVIEMBRE
*A los jóvenes les resulta difícil comprometerse de forma definitiva. Tienen
miedo a lo definitivo, que les parece irrealizable y opuesto a la libertad.
Así resulta cada vez más difícil querer tener hijos y darles el espacio
duradero de crecimiento y de maduración que sólo puede ofrecer la familia
fundada en el matrimonio (Discurso, 18 de noviembre 2006).
*Con la paciencia de estar juntos durante toda la vida, el amor alcanza su
verdadera madurez. En este ambiente de amor para toda la vida también los
hijos aprenden a vivir y a amar (Discurso, 18 de noviembre).
DICIEMBRE
*El niño necesita atención amorosa. Eso significa que debemos darle algo de
nuestro tiempo, del tiempo de nuestra vida (Discurso, 22 de diciembre).
*Sólo podemos transmitir la vida de modo responsable si somos capaces de
transmitir algo más que la simple vida biológica (Discurso, 22 de diciembre).
*La familia cristiana, unida en el sacramento del matrimonio y alimentada con
la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar la estupenda vocación y
misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino también de la Iglesia
(Ángelus, 31 de diciembre).
AÑO 2007
ENERO
*Cada niño que nace nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que
la vida es don suyo, un don que es preciso acoger siempre con amor y conservar
con esmero en todo momento (Homilía, 7 de enero).
*Padres, sed para ellos los primeros educadores en la fe, ofreciéndoles,
además de enseñanzas, también ejemplos de vida cristiana coherente. Enseñadles
a orar y a sentirse miembros activos de la familia concreta de Dios, de la
comunidad eclesial (Homilía, 7 de enero).
*Padres, aun en medio del ajetreo de las actividades diarias, a menudo
vertiginosas, no dejéis de cultivar personalmente y en familia, la oración,
que constituye el secreto de la perseverancia cristiana (Homilía, 7 de enero).
*Los padres de familia son, pues, los guardianes de la libertad de sus hijos;
y en la medida en que les devuelven esa libertad, los conducen a la profunda
alegría de la vida (Mensaje, 24 de enero).
*La educación para los medios debería ser positiva. Cuando se pone a los niños
delante de lo que es estética y moralmente excelente se les ayuda a
desarrollar la apreciación, la prudencia y la capacidad de discernimiento
(Mensaje, 24 de enero).
*El amor del hombre y de la mujer da origen a la familia humana y la pareja
formada por ellos tiene su fundamento en el plan original de Dios (Mensaje, 27
de enero).
*Aprender a amarse como pareja es un camino maravilloso, que sin embargo
requiere un aprendizaje laborioso (Mensaje, 27 de enero 2007).
*El período de noviazgo, fundamental para formar una pareja, es un tiempo de
espera y de preparación, que se ha de vivir en la castidad de los gestos y de
las palabras. Esto permite madurar en el amor, en el cuidado y la atención del
otro; ayuda a ejercitar el autodominio, a desarrollar el respeto por el otro,
características del verdadero amor que no busca en primer lugar la propia
satisfacción ni el propio bienestar (Mensaje, 27 de enero).
*El matrimonio cristiano es una verdadera y auténtica vocación en la Iglesia
(Mensaje, 27 de enero).
*En la oración común los novios pedid al Señor que cuide y acreciente vuestro
amor y lo purifique de todo egoísmo (Mensaje, 27 de enero).
FEBRERO
*La familia merece una atención prioritaria, pues muestra síntomas de
debilitamiento bajo las presiones de lobbies capaces de influir negativamente
en los procesos legislativos (Discurso, 17 de febrero).
*Es necesario reafirmar que el matrimonio y la familia tienen su fundamento en
el núcleo más íntimo de la verdad sobre el hombre y sobre su destino
(Discurso, 17 de febrero).
MAYO
*No podrá haber verdadera felicidad en los hogares si, al mismo tiempo, no hay
fidelidad entre los esposos (Encuentro, 10 de mayo).
*El matrimonio es una institución de derecho natural, que fue elevada por
Cristo a la dignidad de sacramento; es un gran regalo que Dios ha hecho a la
humanidad (Encuentro, 10 de mayo).
*La asistencia de los padres con sus hijos a la celebración eucarística
dominical es una pedagogía eficaz para comunicar la fe y un estrecho vínculo
que mantiene la unidad entre ellos (Discurso, 13 de mayo).
*La familia ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y
cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y
responsablemente (Discurso, 13 de mayo).
*La familia es insustituibles para la serenidad personal y para la educación
de los hijos (Discurso, 13 de mayo).
*El papel de la madre es fundamental para el futuro de la sociedad (Discurso,
13 de mayo).
*El padre
tiene el deber de ser verdaderamente padre,
que ejerce su indispensable responsabilidad y colaboración en la educación de
sus hijos (Discurso, 13 de mayo).
*Los hijos, para su crecimiento integral, tienen el derecho de poder contar
con el padre y la madre, para que cuiden de ellos y los acompañen hacia la
plenitud de su vida (Discurso, 13 de mayo).
*La familia forma parte del bien de los pueblos y de la humanidad entera
(Discurso, 13 de mayo).
*Las familias ocupan el centro de la misión evangelizadora de la Iglesia, pues
es principalmente en la vida familiar donde nuestra vida de fe se expresa y se
alimenta (Regina Caeli, 13 de mayo).
*Queridos padres, vosotros sois los primeros testigos ante vuestros hijos de
las verdades y los valores de nuestra fe: rezad con vuestros hijos y por
vuestros hijos; enseñadles con vuestro ejemplo de fidelidad y alegría (Regina
Caeli, 13 de mayo).
*Ahora que el número de matrimonios cristianos
sigue siendo relativamente escaso, la Iglesia tiene el deber de ayudar a los
bautizados, especialmente a los jóvenes,
a comprender la belleza y la dignidad de
este sacramento en la existencia cristiana (Discurso, 18 de mayo).
JUNIO
*En la educación y en la formación en la fe, a la familia compete una misión
propia y fundamental y una responsabilidad primaria (Discurso, 11 de junio).
*El niño que se asoma a la vida hace a través de sus padres la primera y
decisiva experiencia del amor, de un amor que en realidad no es sólo humano,
sino también un reflejo del amor que Dios siente por él (Discurso, 11 de
junio).
*Entre la familia cristiana, pequeña “iglesia
doméstica”, y la gran familia de la Iglesia
debe desarrollarse la colaboración más
estrecha, ante todo en lo que atañe a la educación de los hijos (Discurso, 11
de junio).
*Comprometiéndose resueltamente a vivir en fidelidad conyugal y en la unidad
de su pareja, los cristianos muestran a todos la grandeza y la verdad del
matrimonio (Discurso, 11 de junio).
*Mediante un “sí” libremente pronunciado, para siempre, el hombre y la mujer
expresan su humanidad auténtica y su apertura a dar una vida nueva (Discurso,
11 de junio).
JULIO
*La familia es la verdadera “Iglesia doméstica”, sobre todo cuando es fruto de
comunidades cristianas vivas de las que surgen jóvenes con verdadera vocación
al sacramento del matrimonio (Discurso, 5 de julio).
*La Iglesia promueve que la familia sea de verdad el ámbito donde la persona
nace, crece y se educa para la vida (Discurso, 5 de julio).
*La familia es el ámbito donde los padres, amando con ternura a sus hijos, los
van preparando para unas sanas relaciones interpersonales que encarnen los
valores morales y humanos en medio de una sociedad tan marcada por el
hedonismo o la indiferencia religiosa (Discurso, 5 de julio).
*La nueva evangelización tiene también como un objetivo primordial la familia.
Ella es la verdadera “Iglesia doméstica” (Discurso, 5 de julio).
SEPTIEMBRE
*Que cada vez más las familias sean verdaderos hogares de evangelización,
donde cada uno experimente el amor de Dios, que entonces podrá comunicarse a
los demás y, ante todo, a los niños (Discurso, 6 de septiembre).
OCTUBRE
*Como primera escuela de vida y de fe, y como “iglesia doméstica”, la familia
está llamada a educar a las nuevas generaciones en los valores humanos y
cristianos para que, orientando su vida según el modelo de Cristo, forjen en
ella una personalidad armónica (Carta 1 de octubre).
NOVIEMBRE
*Vuestro compromiso de evangelización es silencioso y profundo, orientado a
testimoniar que sólo la unidad familiar, don de Dios-Amor, puede transformar
la familia en un verdadero nido de amor, una casa acogedora de la vida y una
escuela de virtudes y de valores cristianos para los hijos (Discurso, 3 de
noviembre).
*Según el proyecto divino, la familia es un lugar sagrado y santificador
(Discurso, 3 de noviembre).
*Es necesario que todas las familias cristianas miren con confianza a la
Sagrada Familia, la original “iglesia doméstica” (Discurso, 3 de noviembre).
*La humilde y santa Familia de Nazaret, icono y modelo de toda familia humana
(Discurso, 3 de noviembre).
DICIEMBRE
*Todo niño que nace es signo de la confianza de Dios en el hombre y es una
confirmación, al menos implícita, de la esperanza que el hombre alberga en un
futuro abierto a la eternidad de Dios (Homilía, 1 de diciembre).
*La familia, al tener el deber de educar a sus miembros, es titular de unos
derechos específicos (Mensaje, 8 de diciembre).
*Una condición esencial para la paz en cada familia es que se apoye sobre el
sólido fundamento de valores espirituales y éticos compartidos (Mensaje, 8 de
diciembre).
*Se tiene una auténtica experiencia de paz en la familia cuando a nadie le
falta lo necesario y el patrimonio familiar –fruto del trabajo de unos, del
ahorro de otros y de la colaboración activa de todos- se administra
correctamente con solidaridad, sin excesos ni despilfarros (Mensaje, 8 de
diciembre).
*Una familia vive en paz cuando todos sus miembros se ajustan a una norma
común: esto es lo que impide el individualismo egoísta y lo que mantiene
unidos a todos, favoreciendo su coexistencia armoniosa y la laboriosidad
orgánica (Mensaje, 8 de diciembre).
AÑO 2008
ENERO
*La familia natural, fundada en el matrimonio entre
un hombre y una mujer, es “cuna de la vida y del amor” y “la primera e
insustituible educadora de la paz”.Precisamente por eso, la familia es la
“principal agencia de paz” (Homilía, 1 de enero).
*Dado que la humanidad es una gran familia, si quiere vivir en paz, no puede
por menos de inspirarse en esos valores sobre los cuales se funda y se apoya
la comunidad familiar (Homilía, 1 de enero).
*Los padres se convierten en colaboradores de Dios no sólo en la transmisión
de la vida física sino también en la vida espiritual de sus hijos (Ángelus, 13
de enero).
MARZO
*La sociedad y la Iglesia se desarrollan, en gran parte, gracias a la familia
(Discurso, 13 de marzo).
ABRIL
*La Iglesia ha prestado siempre una atención particular a los abuelos,
reconociendo que constituyen una gran riqueza desde el punto de vista humano y
social, así como desde el punto de vista religioso y espiritual (Discurso, 5
de abril).
*Por lo que respecta a la familia, los abuelos deben seguir siendo testigos de
unidad, de valores basados en la fidelidad a un único amor que suscita la fe y
la alegría de vivir (Discurso, 5 de abril).
*La familia, además, es el lugar primario de la evangelización, en la
transmisión de la fe (Discurso, 16 de abril).
*Algunos jóvenes católicos consideran el vínculo sacramental del matrimonio
poco distinto de una unión civil, o lo entienden incluso como un simple
acuerdo para vivir con otra persona de modo informal y sin estabilidad. Como
consecuencia se percibe una alarmante disminución de bodas católicas
(Discurso, 16 de abril).
*Es vuestro deber proclamar con fuerza los argumentos de fe y de razón que
hablan de la institución del matrimonio, entendido como compromiso de por vida
entre un hombre y una mujer, abierto a la transmisión de la vida (Discurso, 16
de abril).
MAYO
*La transmisión de la vida está inscrita en la naturaleza, y sus leyes siguen
siendo norma no escrita a la que todos deben remitirse (Discurso, 10 de mayo).
*La historia del amor y de la unión entre un hombre y una mujer en la alianza
del matrimonio fue asumida por Dios como símbolo de la historia de la
salvación (Discurso, 16 de mayo).
*Para los creyentes, la familia, célula de comunión que constituye el
fundamento de la sociedad, es como una “pequeña iglesia doméstica”, llamada a
revelar al mundo el amor de Dios (Discurso, 16 de mayo).
*Pienso en las familias jóvenes y quiero invitarlas a no tener miedo de
experimentar, desde los primeros años de matrimonio, un estilo sencillo de
oración doméstica, favorecido por la presencia de los niños pequeños, muy
predispuestos a dirigirse espontáneamente al Señor y a la Virgen (Homilía, 17
de mayo).
SEPTIEMBRE
*Cuanto más impregnada esté la familia (célula viva de la Iglesia) del
espíritu y de los valores del Evangelio, tanto más la Iglesia misma se
enriquecerá y responderá mejor a su vocación (Discurso, 14 de septiembre).
*En los momentos más oscuros, los esposos pierden la esperanza; entonces, es
necesario que otros la custodien, un "nosotros", una compañía de verdaderos
amigos que, con el máximo respeto pero también con sincera voluntad de bien,
estén dispuestos a compartir algo de su propia esperanza con quien la ha
perdido. No de modo sentimental o veleidoso, sino organizado y realista
(Discurso, 26 de septiembre).
*Cuando una pareja pasa por dificultades o incluso ya está separada, si se
encomienda a María y se dirige a Aquel que hizo de dos una sola carne, puede
estar segura de que esa crisis será, con la ayuda del Señor, un paso hacia el
crecimiento y su amor se purificará, madurará y se reforzará (Discurso, 26 de
septiembre).
*En efecto, cuando la relación degenera, los esposos caen en la soledad, tanto
individual como de pareja. Pierden el horizonte de la comunión con Dios, con
los demás y con la Iglesia (Discurso, 26 de septiembre).
OCTUBRE
*Si toda forma de amor tiende a difundir la plenitud de la que vive, el amor
conyugal tiene un modo propio de comunicarse: engendrar hijos. Así, no sólo se
asemeja, sino que también participa en el amor de Dios, que quiere comunicarse
llamando a la vida a las personas humanas (Mensaje, 2 de octubre).
DICIEMBRE
*La familia es la “Iglesia doméstica” donde se escucha por primera vez el
Evangelio de Jesús y donde se practica por primera vez el etilo de vida
cristiana (Discurso, 12 de diciembre).
*La familia es ciertamente una gracia de Dios, que deja traslucir lo que él
mismo es: Amor. Un amor enteramente gratuito, que sustenta la fidelidad sin
límites, aun en los momentos de dificultad o abatimiento (Ángelus, 28 de
diciembre).
*Los principales maestros de la humanidad son los mismos padres de familia
que, sostenidos por la gracia divina, se esfuerzan por transmitir a sus hijos
las virtudes de la fe en Cristo, la caridad operante y una gran esperanza
(Carta, 28 de diciembre).
AÑO 2009
ENERO
*El niño no es propiedad de los padres, sino que el Creador lo confía a su
responsabilidad, libremente y de modo siempre nuevo, para que ellos le ayuden
a ser un hijo libre de Dios (Homilía, 11 de enero).
*El hogar está llamado a vivir y cultivar el amor recíproco y la verdad, el
respeto y la justicia, la lealtad y la colaboración, el servicio y la
disponibilidad para con los demás, especialmente para con los más débiles
(Mensaje, 18 de enero).
*El hogar cristiano ha de estar impregnado de la presencia de Dios, poniendo
en sus manos el acontecer cotidiano y pidiendo su ayuda para cumplir
adecuadamente su imprescindible misión (Mensaje, 18 de enero).
*Es de suma importancia la oración en familia en los momentos más adecuados y
significativos, pues, como el Señor mismo ha asegurado:”Donde dos o tres está
reunidos en mi nombre, yo estoy ahí en medio de ellos” (Mensaje, 18 de enero).
*El Maestro está ciertamente con la familia que
escucha y medita
la Palabra de Dios, que aprende de él lo más
importante en la vida (Mensaje, 18 de enero).
*Cuando la familia escucha y medita la Palabra de
Dios, se transforma y se mejora gradualmente la
vida personal y familiar, se enriquece el
diálogo, se transmite la fe a los hijos, se acrecienta el gusto de estar
juntos y el hogar se une y consolida más, como una casa construida sobre roca
(mensaje, 18 de enero).
*Con la fuerza que brota de la oración, la familia se transforma en una
comunidad de discípulos y misioneros de Cristo (Mensaje, 18 de enero).
*En la familia se acoge, se transmite y se irradia el Evangelio (Mensaje, 18
de enero).
*La familia cristiana se convierte en un Evangelio vivo, que todos pueden
leer, en signo de credibilidad quizás más persuasivo y capaz de interpelar al
mundo de hoy (Mensaje, 18 de enero).
*La familia cristiana ha de llevar también su testimonio de vida y su
explícita profesión de fe a los diversos ámbitos de su entorno, como la
escuela y las diversas asociaciones (Mensaje, 18 de enero).
*La familia cristiana ha de comprometerse en la formación catequética de sus
hijos y las actividades pastorales de su comunidad parroquial, especialmente
aquellas relacionadas con la preparación al matrimonio o dirigidas
específicamente a la vida familiar ((Mensaje, 18 de enero).
*La familia es también célula vital de la sociedad, el primer y decisivo
recurso para su desarrollo, y tantas veces el último amparo para las personas
a las que las estructuras establecidas no llegan a cubrir satisfactoriamente
en sus necesidades (Mensaje, 18 de enero).
*Por su función social esencial, la familia tiene derecho a ser reconocida en
su propia identidad y a no ser confundida con otras formas de convivencia, así
como a poder contar con la debida protección (Mensaje, 18 de enero).
*La familia, llamada a ser evangelizada y evangelizadora, humana y
humanizadora (Mensaje, 18 de enero).
*En la oración, especialmente con el rezo del rosario, la familia contempla
los misterios de la vida de Jesús, interioriza los valores que medita y se
siente llamada a encarnarlos en su vida (Discurso, 18 de enero).
*La familia es un fundamento indispensable para la sociedad y los pueblos, así
como un bien insustituible para los hijos, dignos de venir a la vida como
fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres (Discurso, 18 de
enero).
*La familia ocupa un lugar primario en la formación de la persona. Es una
verdadera escuela de humanidad y de valores perennes (Discurso, 18 de enero).
*La familia fundada en el matrimonio indisoluble de un hombre y una mujer
expresa esta dimensión relacional, filial y comunitaria, y es el ámbito donde
el hombre puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral
(Discurso, 18 de enero).
*En el hogar es donde se aprende a vivir verdaderamente, a valorar la vida y
la salud, la libertad y la paz, la justicia y la verdad, el trabajo, la
concordia y el respeto (Discurso, 18 de enero).
ABRIL
*Que los hogares no dejen de ser escuelas de respeto y entendimiento mutuo,
semilleros de virtudes humanas y motivo de esperanza para el resto de la
humanidad (Discurso, 3 de abril).
JUNIO
*Que cada familia católica, al enseñar a sus hijos a vivir según una
conciencia recta, en la lealtad y en la verdad, se convierta en foco de
valores y de virtudes humanas y en escuela de fe y de amor a Dios (Discurso,
27 de junio).
*Las familias pequeñas o muy pequeñas a veces corren el riesgo de empobrecer
las relaciones sociales y de no asegurar formas eficaces de solidaridad
(Encíclica-44, 29 de junio).
*Se convierte en una necesidad social e incluso económica seguir proponiendo a
las nuevas generaciones la hermosura de la familia y del matrimonio, su
sintonía con las exigencias más profundas del corazón y de la dignidad de la
persona (Encíclica-44, 29 de junio).
SEPTIEMBRE
*Virgen de Nazaret, Reina de la familia, haz de nuestras familias cristianas
fraguas de vida evangélica, enriquecidas por el don de muchas
vocaciones…Mantén firme la unidad de nuestras familias…y haz de ellas hogares
de serenidad y concordia, donde el diálogo paciente disipe las dificultades y
los contrastes. Vela sobre todo por las que están divididas y en crisis
(Oración, 6 de septiembre).
*La familia es la cuna natural de la vida humana (Discurso, 25 de
septiembre).
*Mientras
la Iglesia compara la familia humana con la
vida de la Santísima Trinidad –primera unidad de vida en la pluralidad de las
personas-
y no se cansa de enseñar que la familia
tiene su fundamento en el matrimonio y en el plan de Dios, la conciencia
generalizada en el mundo secularizado vive en la incertidumbre más profunda a
ese respecto, especialmente desde que las sociedades occidentales legalizaron
el divorcio (Discurso, 25 de septiembre).
*La Iglesia no puede permanecer indiferente ante la separación de los cónyuges
y el divorcio, ante la ruina de los hogares y las consecuencias que el
divorcio provoca en los hijos (Discurso, 25 de septiembre).
*Los hijos para ser instruidos y educados, necesitan puntos de referencia muy
precisos y concretos, es decir, padres determinados y ciertos que, de modo
diverso, contribuyen a su educación (Discurso, 25 de septiembre).
*Este es el principio (padres determinados y ciertos) que la práctica del
divorcio está minando y poniendo en peligro con la así llamada familia
alargada o móvil, que multiplica “los padres” y “las madres” y hace que hoy la
mayoría de los que se sienten “huérfanos” no sean hijos sin padres, sino hijos
que los tienen en exceso (Discurso, 25 de septiembre).
*La Iglesia está convencida de que los problemas actuales que encuentran los
cónyuges y debilitan su unión tienen su verdadera solución en un regreso a la
solidez de la familia cristiana, ámbito de confianza mutua, de entrega
recíproca, de respeto de la libertad y de educación para la vida social
(Discurso, 25 de septiembre).
*Para ayudar a las familias, hay que proponerles con convicción las virtudes
de la Sagrada Familia: la oración, piedra angular de todo hogar fiel a su
identidad y a su misión; la laboriosidad, eje de todo matrimonio maduro y
responsable; y el silencio, fundamento de toda actividad libre y eficaz
(Discurso, 25 de septiembre).
*Las familias jóvenes que deben esforzarse por dar a sus hijos seguridad y un
futuro digno (Discurso, 26 de septiembre).
*A todas las familias las encomendamos al Santo Niño de Praga, sabiendo cuán
importante es su estabilidad y su concordia para el verdadero progreso de la
sociedad y para el futuro de la humanidad (Discurso, 26 de septiembre).
*Que se reserve a los menores el respeto y la atención que se les debe: los
niños son el futuro y la esperanza de la humanidad (Discurso, 26 de
septiembre).
*Vosotros, queridos niños, que sois los predilectos del corazón del Niño
Jesús, corresponded a su amor y, siguiendo su ejemplo, sed obedientes, amables
y caritativos. Aprended a ser, como él, consuelo de vuestros padres (Discurso,
26 de septiembre).
*Sed verdaderos amigos de Jesús y recurrid a él
siempre con confianza. Rezadle por vosotros mismos, por vuestros padres,
familiares, maestros y amigos, y rezadle también por mi
(Discurso, 26 de septiembre).
*Vosotras, queridas familias, apoyad en la fe en Cristo vuestros proyectos
familiares, de trabajo, de la escuela, y las actividades de todo ámbito de la
sociedad (Homilía, 27 de septiembre).
OCTUBRE
*Nada puede igualar o sustituir el valor formativo de crecer en un ambiente
familiar seguro, aprendiendo a respetar y favorecer la dignidad personal de
los demás, adquiriendo la capacidad de acogida cordial, encuentro y diálogo,
disponibilidad desinteresada, servicio generoso y solidaridad profunda
(Discurso, 2 de octubre).
*El matrimonio, como la Biblia lo presenta, no existe fuera de la relación con
Dios (Homilía, 4 de octubre).
*La vida conyugal entre el hombre y la mujer, y por lo tanto de la familia que
de ella se genera, está inscrita en la comunión con Dios y, a la luz del Nuevo
Testamento, se transforma en imagen del Amor trinitario y sacramento de la
unión de Cristo con la Iglesia (Homilía, 4 de octubre).
*Con relación a
la afirmación clara y concisa de Jesús: “lo
que Dios ha unido que no lo separe el hombre” (Mc 10, 9), la perspectiva no es
ante todo moral: antes que al deber, se refiere al ser, al orden inscrito en
la creación (Homilía, 4 de octubre).
NOVIEMBRE
*¡Cómo cambiaría el mundo si en las familias, en las parroquias y en todas las
demás comunidades las relaciones se vivieran siguiendo siempre el ejemplo de
las tres Personas divinas, cada una de las cuales no sólo vive con la otra,
sino también para la otra y en la otra! (Audiencia, 25 de noviembre).
DICIEMBRE
*Dios quiso revelarse naciendo en una familia humana y, por eso, la familia
humana se ha convertido en icono de Dios (Ängelus, 27 de diciembre).
*Dios es Trinidad, es comunión de amor, y la
familia es,
con toda la diferencia que existe entre el
Misterio de Dios y su criatura humana, una expresión que refleja el Misterio
insondable del Dios Amor (Ángelus, 27 de diciembre).
*En cierto sentido, la familia humana es icono de la Trinidad por el amor
interpersonal y por la fecundidad del amor (Ángelus, 27 de diciembre).
*La familia cristiana es consciente de que los hijos son don y proyecto de
Dios. Por lo tanto, no pueden considerarse como una posesión propia, sino que,
sirviendo en ellos al plan de Dios, está llamada a educarlos en la mayor
libertad, que es precisamente la de decir “sí” a Dios para hacer su voluntad
(Ángelus, 27 de diciembre).
*Dios, habiendo venido al mundo en el seno de una familia, manifiesta que esta
institución es camino seguro para encontrarlo y conocerlo, así como un
llamamiento permanente a trabajar por la unidad de todos en torno al amor
(Ángelus, 27 de diciembre).
*Uno de los mayores servicios que los cristianos podemos prestar a nuestros
semejantes es ofrecerles nuestro testimonio sereno y firme de la familia
fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, salvaguardándola y
protegiéndola, pues ella es de suma importancia para el presente y el futuro
de la humanidad (Ángelus, 27 de diciembre).
*La familia es la mejor escuela donde se aprende a vivir aquellos valores que
dignifican a la persona y hacen grandes a los pueblos (Ángelus, 27 de
diciembre).
*En la familia se comparten las penas y las alegrías, sintiéndose todos
arropados por el cariño que reina en casa por el mero hecho de ser miembros de
la misma familia (Ángelus, 27 de diciembre).
*Invito a todos a poner la mirada en el hogar de Nazaret, escuela incomparable
de virtudes humanas y cristianas, para aprender de Jesús, José y María a
vivirlas personalmente y a dar ejemplo de ellas ante los que os rodean con
humildad y convicción (Ángelus, 27 de diciembre).
AÑO 2010
FEBRERO
*La preparación próxima al matrimonio concierne a quienes están prometidos y
debería configurarse como un camino de fe y de vida cristiana que lleve a un
conocimiento profundo del misterio de Cristo y de la Iglesia, de los
significados de gracia y responsabilidad del matrimonio (Discurso, 8 de
febrero).
*La familia, basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es la mayor
ayuda que se puede dar a los niños. Éstos quieren ser amados por una madre y
un padre que se aman, y necesitan vivir, crecer y vivir junto con ambos
padres, porque las figuras materna y paterna son complementarias en la
educación de los hijos y en la construcción de su personalidad y de su
identidad (Discurso, 8 de febrero).
*Es importante que se haga todo lo posible para ayudar a los hijos a crecer en
una familia unida y estable (Discurso, 8 de febrero).
*Es preciso exhortar a los cónyuges a no perder nunca de vista las razones
profundas y el carácter sacramental de su pacto conyugal y a reforzarlo con la
escucha de la Palabra de Dios, la oración, el diálogo constante, la acogida
recíproca y el perdón mutuo (Discurso, 8 de febrero).
*Un ambiente familiar falto de serenidad, la separación de los padres y, en
particular, la separación con el divorcio conlleva consecuencias para los
niños, mientras que sostener la familia y promover su verdadero bien, sus
derechos, su unidad y estabilidad es el mejor modo de tutelar los derechos y
las auténticas exigencias de los menores (Discurso, 8 de febrero).
MARZO
*La relación entre el hombre y la mujer refleja el amor divino de manera muy
especial; por ello el vínculo conyugal asume una dignidad inmensa (Mensaje, 20
de marzo).
*Mediante el sacramento del matrimonio los esposos
son unidos por Dios y con su relación manifiestan el amor
de Cristos, que dio su vida para la
salvación del mundo (Mensaje, 20 de marzo).
*Es de vital importancia comprender que el amor
verdadero es fiel, don definitivo de sí. Dado que Cristo consagra el amor de
los esposos cristianos y se compromete con ellos, esta fidelidad no sólo es
posible, sino que es el camino para entrar en una caridad cada vez mayor
(Mensaje, 20 de marzo).
*En los últimos años hemos asistido, tristemente, a un debilitamiento del
compromiso en favor de la institución del matrimonio y de la concepción
cristiana de la sexualidad humana, que durante tanto tiempo fue el fundamento
de las relaciones personales y sociales en la sociedad europea (Discurso, 25
de marzo).
*Los niños tienen derecho a ser concebidos y llevados en el vientre, a nacer y
crecer en el ámbito del matrimonio: a través de la relación segura y conocida
de sus padres pueden descubrir su propia identidad y alcanzar su desarrollo
humano adecuado (Discurso, 25 de marzo).
*En sociedades con una noble tradición en la defensa de los derechos de todos
sus miembros, cabría esperar que se diera prioridad a este derecho fundamental
de los niños respecto a cualquier supuesto derecho de los adultos a imponerles
modelos alternativos de vida familiar y, ciertamente, respecto a todo supuesto
derecho al aborto (Discurso, 25 de marzo).
*Puesto que la familia es "la primera e
insustituible educadora para la paz" (Mensaje
para la Jornada mundial de la paz de 2008),
la promotora más fiable de cohesión social y la mejor escuela de virtudes de
buena ciudadanía, defender y promover la vida familiar estable interesa a
todos y, especialmente, a los gobiernos (Discurso, 25 de marzo).
AGOSTO
*La organización del trabajo, pensada y realizada en función de la competencia
de mercado y del máximo beneficio, y la concepción de la fiesta como ocasión
de evasión y de consumo, contribuyen a disgregar la familia y la comunidad, y
a difundir un estilo de vida individualista (Mensaje, 23 de agosto).
SEPTIEMBRE
*La Iglesia ve sin embargo con preocupación el
creciente intento de eliminar el concepto cristiano de matrimonio y familia de
la conciencia de la sociedad (Discurso, 13 de septiembre).
*El matrimonio se manifiesta como unión duradera de
amor entre un hombre y una mujer, que se dirige también a la transmisión de la
vida humana (Discurso, 13 de septiembre).
*Debemos ser consciente de que el éxito de los
matrimonios depende de todos nosotros y de la cultura personal de cada
ciudadano (Discurso, 13 de septiembre).
*La Iglesia no puede aprobar las iniciativas legislativas que impliquen una
revaloración de modelos alternativos de la vida de pareja y de la familia.
Estas contribuyen al debilitamiento de los principios del derecho natural y
así a la relativización de toda la legislación y también a la confusión sobre
los valores en la sociedad (Discurso, 13 de septiembre).
*La necesidad de subrayar la relación entre Palabra de Dios, matrimonio y
familia cristiana: con el anuncio de la Palabra de Dios, la Iglesia revela a
la familia cristiana su verdadera identidad, lo que es y debe ser según el
plan del Señor (Exhortación Apostólica-85, 30 de septiembre).
*Nunca se pierda de vista que
la Palabra de
Dios está en el origen del matrimonio y que
Jesús mismo ha querido incluir el matrimonio entre las instituciones de su
Reino, elevando a sacramento lo que originariamente está inscrito en la
naturaleza humana (Exhortación Apostólica-85, 30 de septiembre).
*La fidelidad a la Palabra de Dios lleva a percibir cómo esta institución del
matrimonio está amenazada también hoy en muchos aspectos por la mentalidad
común (Exhortación Apostólica-85, 30 de septiembre).
*Del gran misterio nupcial, se desprende una
imprescindible
responsabilidad
de los padres respecto a sus hijos. En
efecto, a la auténtica paternidad y maternidad corresponde la comunicación y
el testimonio del sentido de la vida en Cristo; mediante la fidelidad y la
unidad de la vida de familia, los esposos son los primeros anunciadores de la
Palabra de Dios ante sus propios hijos (Exhortación Apostólica-85, 30 de
septiembre).
*La comunidad eclesial ha de sostener y ayudar a los esposos a fomentar la
oración en familia, la escucha de la Palabra y el conocimiento de la Biblia
(Exhortación Apostólica-85, 30 de septiembre).
*La contribución del «genio femenino», como decía el Papa Juan Pablo II, al
conocimiento de la Escritura, como también a toda la vida de la Iglesia, es
hoy más amplia que en el pasado, y abarca también el campo de los estudios
bíblicos (Exhortación Apostólica-85, 30 de septiembre).
OCTUBRE
*La familia es fundamental porque allí brota en el
alma humana la primera percepción del sentido de la vida. Brota en la relación
con la madre y con el padre, los cuales no son dueños de la vida de sus hijos,
sino los primeros colaboradores de Dios para la transmisión de la vida y de la
fe (Discurso, 3 de octubre).
*La familia, es “pequeña Iglesia”, porque transmite
a Dios, transmite el amor de Cristo, en virtud del sacramento del matrimonio
(Discurso, 3 de octubre).
*El amor divino que ha unido al hombre y a la
mujer, y que los ha hecho padres, es capaz de suscitar en el corazón de los
hijos la semilla de la fe, es decir, la luz del sentido profundo de la vida
(Discurso, 3 de octubre).
*La familia, para ser “pequeña Iglesia”, debe vivir bien insertada en la “gran
Iglesia”, es decir, en la familia de Dios que Cristo vino a formar (Discurso,
3 de octubre).
*La fe y el amor hacia Dios y el prójimo fortalecen la vida familiar y hacen
aún más profunda la unión matrimonial (Audiencia, 20 de octubre).
NOVIEMBRE
*La Sagrada Familia de Nazaret, el misterio de
Nazaret,
esta devoción
es de grandísima actualidad, porque el
problema de la familia, de la renovación de la familia como célula fundamental
de la sociedad, es el gran tema de hoy y nos indica hacia dónde podemos ir
tanto en la edificación de la sociedad como en la unidad entre fe y vida,
entre religión y sociedad (Respuesta, 6 de noviembre).
*El Hijo del Altísimo, se anonadó haciéndose hombre y, al amparo de José y
María, en el silencio del hogar de Nazaret, nos ha enseñado sin palabras, la
dignidad y el valor primordial del matrimonio y la familia, esperanza de la
humanidad, en la que la vida encuentra acogida, desde su concepción a su
declive natural (Ángelus, 7 de noviembre).
*Desde siempre, el hogar formado por Jesús, María y José ha sido considerado
como escuela de amor, oración y trabajo (Homilía, 7 de noviembre).
*Los patrocinadores de este templo querían mostrar
al mundo el amor, el trabajo y el servicio vividos ante Dios, tal como los
vivió la Sagrada Familia de Nazaret (Homilía, 7 de noviembre).
*Por eso, la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para
que la
mujer
encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización; para que el hombre
y la mujer que contraen matrimonio y forman una
familia
sean decididamente apoyados por el Estado; para que se defienda la vida de los
hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la
natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y
legislativamente (Homilía, 7 de noviembre).
*La Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya
cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución
familiar (Homilía, 7 de noviembre).
DICIEMBRE
*El matrimonio y la familia constituyen un fundamento decisivo para un sano
desarrollo de la sociedad civil, de los países y de los pueblos (Discurso, 2
de diciembre).
*El matrimonio como forma de ordenamiento básico de la relación entre hombre y
mujer y, al mismo tiempo, como célula fundacional de la comunidad estatal, ha
ido plasmándose también a partir de la fe bíblica (Discurso, 2 de diciembre).
*La Iglesia no puede aprobar iniciativas legislativas que impliquen una
valoración de modelos alternativos de la vida de pareja y de la familia
(Discurso, 2 de diciembre).
*La
familia
no puede perder su identidad genuina, pues está llamada a ser vivero de
virtudes humanas y cristianas, en donde los hijos aprendan de sus padres de
forma natural a respetarse y comprenderse, a madurar como personas, creyentes
y ciudadanos ejemplares (Discurso, 3 de diciembre).
*Por consiguiente, nada de cuanto favorezca, tutele y apoye
la familia
fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer será baldío (Discurso, 3
de diciembre).
*La
familia fundada sobre el matrimonio, expresión de la unión íntima y de la
complementariedad entre un hombre y una mujer, se inserta en este contexto
como la primera escuela de formación y crecimiento social, cultural, moral y
espiritual de los hijos, que deberían ver siempre en el padre y la madre el
primer testimonio de una vida orientada a la búsqueda de la verdad y al amor
de Dios (Mensaje, 8 de diciembre).
*Los mismos padres deberían tener la libertad de poder transmitir a los hijos,
sin constricciones y con responsabilidad, su propio patrimonio de fe, valores
y cultura (Menaje, 8 de diciembre).
*La familia, primera célula de la sociedad humana, sigue siendo el ámbito
primordial de formación para unas relaciones armoniosas en todos los ámbitos
de la convivencia humana, nacional e internacional (Mensaje, 8 de diciembre).
*Dirijo un pensamiento especial a las familias, acompañándolo con el deseo de
que estas puedan llevar a cabo su propia vocación al amor con generosidad y
perseverancia (Homilía, 13 de diciembre).
*Para favorecer este desarrollo humano integral y reforzar también la
solidaridad entre generaciones, es necesario proteger la familia (Discurso, 19
de diciembre).
*Con la familia, su Nación continuará construyendo su futuro dando una
formación apropiada a sus jóvenes generaciones para que sean capaces de
trascender los límites en los que se les querría a veces encerrar y dándoles
los medios concretos para luchar contra los males sociales, especialmente el
paro y la droga (Discurso, 19 de diciembre).
*En efecto, los seres humanos no viven la procreación meramente como un acto
reproductivo, sino que perciben su riqueza, intuyen que cada criatura humana
que se asoma a la tierra es el «signo» por excelencia del Creador y Padre que
está en el cielo (Ángelus, 26 de diciembre).
*¡Cuán importante es, por tanto, que cada niño, al venir al mundo, sea acogido
por el calor de una familia! No importan las comodidades exteriores: Jesús
nació en un establo y como primera cuna tuvo un pesebre, pero el amor de María
y de José le hizo sentir la ternura y la belleza de ser amados (Ángelus, 26 de
diciembre).
*Esto es lo que necesitan los niños: el amor del padre y de la madre. Esto es
lo que les da seguridad y lo que, al crecer, les permite descubrir el sentido
de la vida. (Ángelus, 26 de diciembre).
*Queridos amigos, ciertamente la Sagrada Familia es singular e irrepetible,
pero al mismo tiempo es «modelo de vida» para toda familia, porque Jesús,
verdadero hombre, quiso nacer en una familia humana y, al hacerlo así, la
bendijo y consagró (Ángelus, 26 de diciembre).
*Encomendemos, por tanto, a la Virgen y a san José a todas las familias, para
que no se desalienten ante las pruebas y dificultades, sino que cultiven
siempre el amor conyugal y se dediquen con confianza al servicio de la vida y
de la educación (Ángelus, 26 de diciembre).
*Cada familia humana debe ser reflejo de la belleza del amor divino y
fundamento de una civilización del amor (Ángelus, 26 de diciembre).
*Reflexionando sobre el amor recíproco de Jesús, María y José, vemos que
Nazaret es una especie de escuela donde podemos empezar a descubrir la vida de
Cristo y comprender su Evangelio (Ángelus, 26 de diciembre).
*En la fiesta de la Sagrada Familia, contemplamos el misterio del Hijo de Dios
que vino al mundo rodeado del afecto de María y de José (Ángelus, 26 de
diciembre).
*Invito a las familias cristianas a mirar con confianza el hogar de Nazaret,
cuyo ejemplo de vida y comunión nos alienta a afrontar las preocupaciones y
necesidades domésticas con profundo amor y recíproca comprensión (Ángelus, 26
de diciembre).
AÑO 2011
ENERO
*Aliento a todos a vivir con renovado entusiasmo la vocación cristiana en el
seno del hogar, como genuinos servidores el amor que acoge, acompaña y
defiende la vida (Ángelus, 2 de enero).
*Haced de vuestras casas un verdadero semillero de virtudes y un espacio
sereno y luminoso de confianza, en el que, guiados por la gracia de Dios, se
puedas sabiamente discernir la llamada del Señor, que sigue invitando a su
seguimiento (Ángelus, 2 de enero).
*Es necesario que las parroquias se esfuercen cada vez más por sostener a las
familias, pequeñas iglesias domésticas, en su tarea de transmisión de la fe
(Homilía, 9 de enero)
*Exhorto a todos los Gobiernos a promover sistemas educativos que respeten el
derecho primordial de
las familias
a decidir la educación de sus hijos, inspirándose en el principio de
subsidiariedad, esencial para organizar una sociedad justa (Discurso, 10 de
enero).
*No puedo dejar de mencionar otra amenaza a la libertad religiosa de las
familias en algunos países europeos, allí donde se ha impuesto la
participación a cursos de educación sexual o cívica que transmiten una
concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra, pero que en
realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón
(Discurso, 10 de enero).
*No existe, por tanto, un matrimonio de la vida y otro del derecho: no hay más
que un solo matrimonio, el cual es constitutivamente vínculo jurídico real
entre el hombre y la mujer, un vínculo sobre el que se apoya la auténtica
dinámica conyugal de vida y de amor (Discurso, 22 de enero).
*El matrimonio celebrado por los esposos, aquel del que se ocupa la pastoral y
el regulado por la doctrina canónica, son una sola realidad natural y
salvífica, cuya riqueza da ciertamente lugar a una variedad de enfoques, pero
sin que se pierda su identidad esencial. El aspecto jurídico está
intrínsecamente vinculado a la esencia del matrimonio (Discurso, 22 de enero).
*La preparación al matrimonio, en sus varias fases descritas por el Papa Juan
Pablo II en la exhortación apostólica
Familiaris consortio,
tiene ciertamente finalidades que
trascienden la dimensión jurídica, pues su horizonte está constituido por el
bien integral, humano y cristiano, de los cónyuges y de sus futuros hijos (cf.
n. 66: AAS 73 [1981] 159-162), orientado en definitiva a la santidad de su
vida (Discurso, 22 de enero).
*Entre los medios para asegurar que el proyecto de los contrayentes sea
realmente conyugal destaca el examen prematrimonial. Ese examen tiene una
finalidad principalmente jurídica: comprobar que nada se oponga a la
celebración válida y lícita de las bodas (Discurso, 22 de enero).
*En este sentido, el diálogo, siempre realizado separadamente con cada uno de
los dos contrayentes —sin disminuir la conveniencia de otros coloquios con la
pareja— requiere un clima de plena sinceridad, en el que se debería subrayar
el hecho de que los propios contrayentes son los primeros interesados y los
primeros obligados en conciencia a celebrar un matrimonio válido (Discurso, 22
de enero).
FEBRERO.
*La familia ocupa en la sociedad un espacio que atañe a los cimientos de la
vida humana (Discurso, 3 de febrero).
*El orden social encuentra un apoyo esencial en la unión esponsal de un hombre
y una mujer, que está dirigida también a la procreación (Discurso, 3 de
febrero).
*El matrimonio y la familia exigen una tutela especial por parte del Estado.
Son para todos sus miembros una escuela de humanidad con efectos positivos
tanto para los individuos como para la sociedad (Discurso, 3 de febrero).
*La familia con muchos hijos a menudo se ve perjudicada. Los problemas en este
tipo de familias, como por ejemplo un alto potencial de conflictividad, nivel
bajo de vida, difícil acceso a la formación, endeudamiento y aumento de los
divorcios, hacen pensar en causas más profundas que deberían eliminarse de la
sociedad (Discurso, 3 de febrero).
*Es preciso lamentar que la vida de los
nascituri no
reciba una tutela suficiente y que, al contrario, a menudo sólo se les
reconozca un derecho de existencia secundario respecto a la libertad de
decisión de sus padres (Discurso, 3 de febrero).
*Que los padres, los abuelos, los profesores, los sacerdotes y cuantos
trabajan en la educación formen a las generaciones jóvenes en la sabiduría del
corazón, para que lleguen a la plenitud de la vida (Ángelus, 6 de febrero).
MARZO
*La pastoral familiar tiene un puesto destacado en la acción evangelizadora de
cada una de las distintas Iglesias particulares, promoviendo la cultura de la
vida y trabajando para que los derechos de las familias sean reconocidos y
respetados (Mensaje, 28 de marzo).
*Cristo con su gracia nos impulsa a trabajar con diligencia y entusiasmo para
acompañar a cada uno de los miembros de las familias en el descubrimiento del
proyecto de amor que Dios tiene sobre la persona humana (Mensaje, 28 de
marzo).
*Ningún esfuerzo, por tanto, será inútil para fomentar cuanto contribuya a que
cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer,
lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad, semillero de
virtudes, escuela de convivencia constructiva y pacífica, instrumento de
concordia y ámbito privilegiado en el que, de forma gozosa y responsable, la
vida humana sea acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural
(Mensaje, 28 de marzo).
*Vale la pena también continuar animando a los padres en su derecho y
obligación fundamental de educar a las nuevas generaciones en la fe y en los
valores que dignifican la existencia humana (mensaje, 28 de marzo).
*La Iglesia cuenta con los hogares cristianos, llamándolos a ser un verdadero
sujeto de evangelización y de apostolado e invitándolos a tomar conciencia de
su valiosa misión en el mundo (Mensaje, 28 de marzo).
*Se le ayudará a la familia a poner en práctica una sólida espiritualidad que
propicie en todos sus miembros una decidida aspiración a la santidad, sin
miedo a mostrar la belleza de los altos ideales y las exigencias éticas y
morales de la vida en Cristo (Mensaje, 28 de marzo).
MAYO
*La familia es el lugar donde se unen la teología del cuerpo y la teología del
amor. Aquí se aprende la bondad del cuerpo, su testimonio de un origen bueno,
en la experiencia del amor que recibimos de nuestros padres. Aquí se vive el
don de sí en una sola carne, en la caridad conyugal que une a los esposos.
Aquí se experimenta la fecundidad del amor, y la vida se entrelaza a la de las
otras generaciones (Discurso, 14 de mayo)
*Es en la familia donde el hombre descubre su
carácter relacional, no como individuo autónomo que se autorrealiza, sino como
hijo, esposo, padre, cuya identidad se funda en la llamada al amor, a
recibirse
de otros y a
darse
a los demás (Discurso, 14 de mayo).
*Una catequesis sana que resulte particularmente atractiva para quienes se
preparan al matrimonio contribuirá en gran medida a alimentar la fe de las
familias cristianas y les ayudará a dar un testimonio fervoroso y vital de la
antiquísima sabiduría de la Iglesia en relación con el matrimonio, la familia
y el uso responsable del don divino de la sexualidad (Discurso, 30 de mayo).
JUNIO
*Es bien sabido que la familia cristiana es un signo especial de la presencia
y del amor de Cristo, y que está llamada a dar una contribución específica e
insustituible a la evangelización (Homilía, 5 de junio).
*La
familia cristiana ha sido siempre la primera vía de transmisión de la fe, y
también hoy tiene grandes posibilidades para la evangelización en múltiples
ámbitos (Homilía, 5 de junio).
*Queridos padres, esforzaos siempre en enseñar a rezar a vuestros hijos, y
rezad con ellos; acercarlos a los Sacramentos, especialmente a la Eucaristía;
introducirlos en la vida de la Iglesia; no tengáis miedo de leer la Sagrada
Escritura en la intimidad doméstica, iluminando la vida familiar con la luz de
la fe y alabando a Dios como Padre (Homilía, 5 de junio).
*Hoy, gracias a Dios, muchas familias cristianas toman conciencia cada vez más
de su vocación misionera, y se comprometen seriamente a dar testimonio de
Cristo, el Señor (Homilía, 5 de junio).
*En la sociedad actual es más que nunca necesaria y urgente la presencia de
familias cristianas ejemplares (Homilía, 5 de junio).
*Junto a la palabra de la Iglesia, es muy importante el testimonio y el
compromiso de las familias cristianas, vuestro testimonio concreto,
especialmente para afirmar la intangibilidad de la vida humana desde la
concepción hasta su término natural, el valor único e insustituible de la
familia fundada en el matrimonio y la necesidad de medidas legislativas que
apoyen a las familias en la tarea de engendrar y educar a los hijos (Homilía,
5 de junio).
*Queridas familias, ¡sed valientes! No cedáis a esa mentalidad secularizada
que propone la convivencia como preparatoria, o incluso sustitutiva del
matrimonio. Enseñad con vuestro testimonio de vida que es posible amar, como
Cristo, sin reservas; que no hay que tener miedo a comprometerse con otra
persona (Homilía, 5 de junio).
*Queridas familias, alegraos por la paternidad y la maternidad. La apertura a
la vida es signo de apertura al futuro, de confianza en el porvenir (Homilía,
5 de junio).
*El bien de la familia es también el bien de la Iglesia (Homilía, 5 de junio).
*La educación da sus frutos cuando se basa en la virtud enraizada en la
familia, “célula primaria de la sociedad humana” y “primer campo de
entrenamiento para las relaciones armoniosas a todos los niveles de la
coexistencia, humana, nacional e internacional” (Discurso, 9 de junio).
*Todos los papás y las mamás están llamados a cooperar con Dios en la
transmisión del don inestimable de la vida, pero también a darles a conocer a
Aquel que es la Vida, y la vida no se transmite realmente si no se
conoce también el fundamento y la fuente perenne de la vida (Discurso, 13 de
junio).
*También por esto es importante reconocer que la familia, tal como Dios la ha
constituido, es el principal sujeto que puede favorecer un crecimiento
armonioso y hacer que maduren personas libres y responsables (Discurso, 19 de
junio).
JULIO
*La familia rural es un modelo no sólo de trabajo, sino de vida y de expresión
concreta de la solidaridad, donde se confirma el papel esencial de la mujer
(Discurso, 1 de julio).
*En este compromiso educativo la
familia
es la primera responsable. Queridos padres, ¡sois los primeros testigos de la
fe! No tengáis miedo de las dificultades en las que estáis llamados a realizar
vuestra misión. ¡No estáis solos! La comunidad cristiana está cerca de
vosotros y os sostiene (Discurso, 2 de julio).
SEPTIEMBRE
* La familia es riqueza para los esposos, bien insustituible para los hijos,
fundamento indispensable de la sociedad, comunidad vital para el camino de la
Iglesia (Discurso, 11 de septiembre).
*Queridos
esposos,
vuestro matrimonio se arraiga en la fe de que «Dios es amor» [1
Jn 4, 8) y que seguir a Cristo significa
«permanecer en el amor» [cf.
Jn
15, 9-10] (Discuso, 11 de septiembre).
*Amad a vuestros sacerdotes, expresadles aprecio por el generoso servicio que
realizan. Sabed soportar también sus limitaciones, sin renuncia jamás a
pedirles que sean entre vosotros ministros ejemplares que os hablan de Dios y
que os conducen a Dios. Vuestra fraternidad es para ellos una ayuda espiritual
valiosa y un apoyo en las pruebas de la vida (Discurso, 11 de septiembre).
*Queridos sacerdotes y queridos esposos, que sepáis encontrar siempre en la
santa misa la fuerza para vivir la pertenencia a Cristo y a su Iglesia, en el
perdón, en el don de uno mismo y en la gratitud (Discurso, 11 de septiembre).
*Conociendo el valor del matrimonio y de la familia, nos preocupa como
cristianos, como algo importante, proteger de toda interpretación errónea la
integridad y la singularidad del matrimonio entre un hombre y una mujer
(Discurso, 24 de septiembre).
OCTUBRE
*En el matrimonio no basta con celebrar el Sacramento para llegar
efectivamente a ser una sola cosa, sino que es necesario dejar que la gracia
de Dios actúe y recorrer juntos la cotidianidad de la vida conyugal (Homilía,
9 de octubre).
*El Concilio Vaticano II ha hablado de la familia
en términos de
Iglesia doméstica, de “santuario
intocable” donde la persona madura en los afectos, en la solidaridad, en la
espiritualidad (Discurso, 15 de octubre).
*El amor está en la base del servicio a la vida, fundado en la cooperación que
la familia da a la continuidad de la creación, a la procreación del hombre
hecho a imagen y semejanza de Dios (Discurso, 15 de octubre).
*Es, en primer lugar, en la familia donde se aprende el comportamiento justo
para vivir en el ámbito de la sociedad, también en el mundo del trabajo, de la
economía, de la empresa, debe ser guiado por la
caritas, en la lógica de la gratuidad, de la solidaridad y de la
responsabilidad de los unos por los otros (Discurso, 15 de octubre).
*La familia, de mero objeto, pasa a ser sujeto activo y capaz de recordar el
“rostro humano” que debe tener el mundo de la economía (Discurso, 15 de
octubre).
*También en la evangelización, de hecho, la familia tiene un lugar importante,
como recordaba recientemente en Ancona: esta no es, sencillamente, la
destinataria de la acción pastoral, sino que es protagonista de ella, llamada
a tomar parte en la evangelización de un modo propio y original, poniendo al
servicio de la misma Iglesia y de la sociedad el propio ser y la propia
actuación, como íntima comunidad de vida y de amor (Discurso, 15 de octubre).
*La familia y el trabajo son lugares privilegiados para la realización de la
vocación del hombre, que colabora en la obra creadora de Dios en el hoy
(Discurso, 15 de octubre).
*En
la difícil situación que estamos viviendo, asistimos, desgraciadamente, a una
crisis en el trabajo y en la economía que se acompaña de una crisis en la
familia: los conflictos de pareja, los generacionales, los ocasionados entre
los tiempos de la familia, y por el trabajo, la crisis ocupacional, crean una
compleja situación de malestar que influye en la misma vivencia social
(Discurso, 15 de octubre).
*Es necesaria, por tanto, una nueva síntesis armónica entre la familia y el
trabajo, donde la doctrina social de la Iglesia puede ofrecer una preciosa
contribución (Discurso, 15 de octubre).
*En la Encíclica
Caritas in veritate he querido destacar que el modelo familiar de
la lógica del amor, de la gratuidad y del don va junto a una dimensión
universal (Discurso, 15 de octubre).
NOVIEMBRE
*La familia, nacida del pacto de amor y de la entrega total y sincera de un
hombre y una mujer en el matrimonio, no es una realidad privada, encerrada en
sí misma. Ella por vocación propia presta un servicio maravilloso y decisivo
al bien común de la sociedad y a la misión de la Iglesia (Mensaje, 1 de
noviembre).
*Cada familia entrega a la sociedad, a través de
sus hijos, la riqueza humana que ha vivido. Con razón se puede afirmar que de
la salud y calidad de las
relaciones familiares depende la salud y
calidad de las mismas relaciones sociales (Mensaje, 1 de noviembre).
*En este sentido, el trabajo y la fiesta atañen particularmente y están
hondamente vinculados a la vida de las familias: condicionan sus elecciones,
influyen en las relaciones entre los cónyuges y entre los padres e hijos, e
inciden en los vínculos de la familia con la sociedad y con la Iglesia
(Mensaje, 1 de noviembre).
*Un ambiente hogareño sereno y constructivo, con sus obligaciones domésticas y
con sus afectos, es la primera escuela del trabajo y el espacio más indicado
para que la persona descubra sus potencialidades, acreciente sus ansias de
superación y dé curso a sus más nobles aspiraciones (mensaje, 1 de noviembre).
*Además, la vida familiar enseña a vencer el egoísmo, a nutrir la solidaridad,
a no desdeñar el sacrificio por la felicidad del otro, a valorar lo bueno y
recto, y a aplicarse con convicción y generosidad en aras del bienestar común
y el bien recíproco, siendo responsables de cara a sí mismos, a los demás y al
medio ambiente (Mensaje, 1 de noviembre).
*La fiesta, por su parte, humaniza el tiempo abriéndolo al encuentro con Dios,
con los demás y con la naturaleza. De ahí que las familias necesiten recuperar
el genuino sentido de la fiesta, especialmente del domingo, día del Señor y
del hombre (Mensaje, 1 de noviembre).
*En la celebración eucarística dominical, la familia experimenta aquí y ahora
la presencia real del Señor Resucitado, recibe la vida nueva, acoge el don del
Espíritu, incrementa su amor a la Iglesia, escucha la divina Palabra, comparte
el Pan eucarístico y se abre al amor fraterno (Mensaje, 1 de noviembre).
*En las
familias,
«comunidad de vida y de amor»
[Gaudium
et spes,
48], las nuevas generaciones pueden tener una admirable experiencia de este
amor oblativo (Mensaje, 18 de octubre).
*Los pastores y todos los fieles laicos han de colaborar siempre para que en
la Iglesia se multipliquen esas «casas y escuelas de comunión» siguiendo el
modelo de la Sagrada Familia de Nazaret, reflejo armonioso en la tierra de la
vida de la Santísima Trinidad (Mensaje, 18 de octubre).
*Haciendo reinar en vuestras familias el amor y el perdón, contribuís a la
edificación de una Iglesia fuerte y hermosa, y a que haya más justicia y paz
en toda la sociedad (Discurso, 19 de noviembre).
*Os animo, queridos padres, a tener un respeto profundo por la vida y a
testimoniar ante vuestros hijos los valores humanos y espirituales (Discurso,
19 de noviembre).
*La familia es el «santuario de la vida» y una célula vital de la sociedad y
de la Iglesia (Exhort. Apost. Africae Munus 42, 19 de noviembre).
*La familia es ciertamente el lugar propicio para aprender y practicar la
cultura del perdón, de la paz y la reconciliación (Exhort. Apost. Africae
Munus 43, 19 de noviembre).
*Aliento vivamente a las familias, pues, a hallar inspiración y fuerza en el
Sacramento de la Eucaristía, para vivir la novedad radical que Cristo ha
traído al corazón de la vida cotidiana, novedad que lleva a cada uno a ser
testigo capaz de difundir luz en su ambiente de trabajo y en toda la sociedad
(Exhort. Apost. Africae Munus 44, 19 de noviembre).
*Por otra parte, reservar en la familia un lugar
destacado para la oración, personal y comunitaria, significa respetar un
principio esencial de la visión cristiana de la vida: el primado de la gracia
(Exhort. Apoat. Africae Munus 45, 19 de noviembre).
*Las personas mayores pueden influir de diversos modos sobre la familia
gracias a esta sabiduría, a veces difícil de adquirir. Su experiencia les
lleva naturalmente no sólo a colmar la diferencia, sino también a afirmar la
necesidad de la interdependencia humana. Son un tesoro para todos los miembros
de la familia, sobre todo para las parejas jóvenes y los niños que encuentran
en ellas comprensión y amor (Exhort. Apost. Africae Munus 48, 19 de
noviembre).
*Los hombres tienen su propia misión en la familia. Como esposos y padres,
mediante la relación conyugal y la educación de los hijos ejercen la noble
responsabilidad de aportar valores necesarios para la sociedad (Exhort. Apost.
Africae Munus 51, 19 de noviembre).
*Animo a los hombres católicos a colaborar activamente en sus familias a la
educación humana y cristiana de los hijos, al respeto y a la protección de la
vida desde el momento de su concepción. Les invito a instaurar un estilo de
vida cristiano, enraizado y fundado en el amor (Exhort. Apost. Africae Munus
52, 19 de noviembre).
*No temáis hacer visible y palpable que no hay amor más grande que dar la vida
por quien se ama, es decir, y en primer lugar, por la esposa y los hijos
(Exhort. Apost. Africae Munus 52, 19 de noviembre)
*Cultivad una alegría serena en vuestro hogar. El matrimonio es un «don del
Señor», decía san Fulgencio de Ruspe. El respeto a la dignidad inviolable de
cada persona humana será un antídoto eficaz contra las prácticas tradicionales
contrarias al Evangelio y vejatorias particularmente para la mujer (Exhort.
Apost. Africae Munus 52, 19 de noviembre).
*Al manifestar y vivir en la tierra la paternidad misma de Dios, estáis
llamados a garantizar el desarrollo personal de todos los miembros de la
familia, cuna y medio más eficaz para humanizar la sociedad, lugar de
encuentro de varias generaciones (Exhort. Apost. Africae Munus 53, 19 de
noviembre).
*Como los jóvenes, los niños son un regalo de Dios a la humanidad, y han de
ser objeto de un cuidado especial por parte de su familia, la iglesia, la
sociedad y los gobiernos, pues son una fuente de esperanza y de renovación en
la vida (Exhort. Apost. Africae Munus 65, 19 de noviembre).
DICIEMBRE
*La nueva evangelización depende en gran parte de la Iglesia doméstica
(Discurso, 1 de diciembre).
*En nuestro tiempo, como ya sucedió en épocas pasadas, el eclipse de Dios, la
difusión de ideologías contrarias a la familia y la degradación de la ética
sexual, están vinculados entre sí (Discurso, 1 de diciembre).
*De hecho, la familia es el
camino
de la Iglesia porque es «espacio humano» del encuentro con Cristo (Discurso, 1
de diciembre).
*La familia fundada en el sacramento del Matrimonio es actuación particular de
la Iglesia, comunidad salvada y salvadora, evangelizada y evangelizadora. Como
la Iglesia, está llamada a acoger, irradiar y manifestar en el mundo el amor y
la presencia de Cristo (Discurso, 1 de diciembre).
*La acogida y la transmisión del amor divino se realizan en la entrega mutua
de los cónyuges, en la procreación generosa y responsable, en el cuidado y en
la educación de los hijos, en el trabajo y en las relaciones sociales, en la
atención a los necesitados, en la participación en las actividades eclesiales
y en el compromiso civil (Discurso, 1 de diciembre).
*La familia cristiana, en la medida en que, a través de un camino de
conversión permanente sostenido por la gracia de Dios, logra vivir el amor
como comunión y servicio, como don recíproco y apertura hacia todos, refleja
en el mundo el esplendor de Cristo y la belleza de la Trinidad divina
(Discurso, 1 de diciembre).
*La familia es uno de los lugares fundamentales en donde se vive y se educa en
el amor, en la caridad (Discurso, 1 de diciembre).
*Vivimos en un mundo en el que la
familia, y también la misma vida, se ven
constantemente amenazadas y, a veces, destrozadas (Mensaje, 8 de diciembre).
*Deseo decir a los padres que no se desanimen. Que exhorten con el ejemplo de
su vida a los hijos a que pongan la esperanza ante todo en Dios, el único del
que mana justicia y paz auténtica (Mensaje, 8 de diciembre).
*Según el Evangelio, los primeros de nuestro mundo que fueron a ver a Jesús,
los pastores, “vieron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre”
(Lc12,6). Aquella familia, por decirlo así, es la puerta de ingreso en la
tierra del Salvador de la humanidad, el cual, al mismo tiempo, da a la vida de
amor y comunión hogareña la grandeza de ser un reflejo privilegiado del
misterio trinitario de Dios (Mensaje, 27 de diciembre).
*El Niño Jesús, que crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, en la
intimidad del hogar de Nazaret (cf. Lc 2,40), aprendió también en él de alguna
manera el modo humano de vivir. Esto nos lleva a pensar en la dimensión
educativa imprescindible de la familia, donde se aprende a convivir, se
transmite la fe, se afianzan los valores y se va encauzando la libertad, para
lograr que un día los hijos tengan plena conciencia de la propia vocación y
dignidad, y de la de los demás (Mensaje, 27 de diciembre).
*El calor del hogar, el ejemplo doméstico, es capaz de enseñar muchas más
cosas de las que pueden decir las palabras (Mensaje, 27 de diciembre).
*Los
padres son los primeros educadores de la fe de sus hijos, desde su más tierna
edad; por tanto, es necesario sostener a las familias en su misión educativa,
a través de iniciativas adecuadas (Homilía, 31 de diciembre).
*La Sagrada Familia es icono de la Iglesia doméstica, llamada a rezar unida.
La familia es Iglesia doméstica y debe ser la primera escuela de oración. En
la familia, los niños, desde la más temprana edad, pueden aprender a percibir
el sentido de Dios, gracias a la enseñanza y el ejemplo de sus padres: vivir
en un clima marcado por la presencia de Dios (Audiencia,
28 de diciembre).
*Una educación auténticamente cristiana no puede prescindir de la experiencia
de la oración. Si no se aprende a rezar en la familia, luego será difícil
colmar ese vacío (Audiencia, 28 de diciembre).
AÑO 2012
ENERO
*La misión de los padres, ayudados por el padrino y la madrina, es educar al
hijo o la hija. Educar es comprometedor; a veces es arduo para nuestras
capacidades humanas, siempre limitadas. Pero educar se convierte en una
maravillosa misión si se la realiza en colaboración con Dios, que es el primer
y verdadero educador de cada ser humano (Homilía, 8 de enero).
*Los padres deben dar mucho, pero para poder dar necesitan a su vez recibir;
de lo contrario, se vacían, se secan (Homilía, 8 de enero).
*Para nosotros esto es confortante en el compromiso de educar en la fe, porque
sabemos que no estamos solos y que nuestro testimonio está sostenido por el
Espíritu Santo (Homilía, 8 de enero).
*Es muy importante para vosotros, padres, y también para los padrinos y las
madrinas, creer fuertemente en la presencia y en la acción del Espíritu Santo,
invocarlo y acogerlo en vosotros, mediante la oración y los sacramentos. De
hecho, es él quien ilumina la mente, caldea el corazón del educador para que
sepa transmitir el conocimiento y el amor de Jesús (Homilía, 8 de enero).
*La oración es la primera condición para educar, porque orando nos ponemos en
disposición de dejar a Dios la iniciativa, de confiarle los hijos, a los que
conoce antes y mejor que nosotros, y sabe perfectamente cuál es su verdadero
bien (Homilía, 8 de enero).
*En la familia la persona se abre al mundo y a la vida (Discurso, 9 de enero).
*Debe asegurarse un apoyo especial a las familias, particularmente a las
numerosas, que a menudo tienen que afrontar dificultades, que se agravan por
la falta o la insuficiencia de trabajo (Discurso, 12 de enero).
*Os animo a defender la familia fundada en el matrimonio como célula esencial
de la sociedad, también a través de ayudas y facilidades fiscales que
favorezcan la natalidad (Discurso,12 de enro).
FEBRERO
*La familia, iglesia doméstica, es también la garantía más sólida para la
renovación de la sociedad (Discurso, 16 de febrero).
*En la familia, que conserva usos, tradiciones, costumbres, ritos impregnados
de fe, se encuentra el terreno más adecuado para el florecimiento de
vocaciones (Discurso, 16 de febrero).
*La familia es también el fulcro formativo de la juventud (Discurso, 16 de
febrero).
*La unión del hombre y de la mujer en la comunidad de amor y de vida que es el
matrimonio, constituye el único «lugar» digno para la llamada a la existencia
de un nuevo ser humano, que siempre es un don (Discurso, 25 de febrero).
*La dignidad humana y cristiana de la procreación no consiste en un
«producto», sino en su vínculo con el acto conyugal, expresión del amor de los
esposos, de su unión no sólo biológica sino también espiritual (Discurso, 25
de febrero).
*Las legítimas aspiraciones de paternidad de la pareja que sufre una condición
de infertilidad deben encontrar, con la ayuda de la ciencia, una respuesta que
respete plenamente su dignidad de personas y de esposos (Discurso, 25 de
febrero).
*Los esposos, por su misma vocación bautismal y matrimonial, siempre están
llamados a colaborar con Dios en la creación de una humanidad nueva. En
efecto, la vocación al amor es vocación a la entrega de sí, y esta es una
posibilidad que ninguna condición orgánica puede impedir (Discurso, 25 de
febrero).
MARZO
*Queridas familias, vosotras sois el ambiente de
vida en donde se dan los primeros pasos en la fe; sed comunidades donde se
aprenda a conocer y amar cada vez más al Señor, comunidades donde se dé un
enriquecimiento mutuo para vivir una fe verdaderamente adulta (Homilía, 4 de
marzo).
*Resulta cada vez más evidente que un menor aprecio de la indisolubilidad del
pacto matrimonial y el rechazo generalizado de una ética sexual responsable y
madura, fundada en la práctica de la castidad, han llevado a graves problemas
sociales que conllevan un coste humano y económico inmenso (Discurso, 9 de
marzo).
*Defender la institución del matrimonio como realidad social es, en resumidas
cuentas, una cuestión de justicia, pues implica la defensa del bien de toda la
comunidad humana, así como de los derechos de los padres y de los hijos
(Discurso, 9 de marzo).
*Los niños son el tesoro más grande y el futuro de toda sociedad: preocuparse
verdaderamente por ellos significa reconocer nuestra responsabilidad de
enseñar, defender y vivir las virtudes morales que son la clave de la
realización humana (Discurso, 9 de marzo).
*El misterio de la encarnación, en el que Dios se hace cercano a nosotros, nos
muestra también la dignidad incomparable de toda vida humana. Por eso, en su
proyecto de amor, desde la creación, Dios ha encomendado a la
familia
fundada en el matrimonio la altísima misión de ser célula fundamental de la
sociedad y verdadera Iglesia doméstica (Homilía, 26 de marzo).
*Ustedes,
queridos esposos, han de ser, de modo especial para sus hijos, signo real y
visible del amor de Cristo por la Iglesia (Homilía, 26 de marzo).
ABRIL
*Las familias han de ser el primer lugar donde se «respire» el amor de Dios,
que da fuerza interior, incluso en medio de las dificultades y las pruebas de
la vida. Quien vive en familia la experiencia del amor de Dios, recibe un don
inestimable, que da fruto a su tiempo (Regina Caeli, 29 de abril).
MAYO
*La
familia
es el primer lugar en el que se experimenta el amor gratuito; y cuando esto no
sucede, la familia se desnaturaliza, entra en crisis (Discurso, 19 de mayo).
*Todo lo que se vive en la
familia,
la entrega sin reservas por el bien del otro, es un momento educativo
fundamental para aprender a vivir como cristianos también la relación con la
cultura, el voluntariado y el trabajo (Discurso, 19 de mayo).
JUNIO
*La familia, fundada sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer, está
también llamada al igual que la Iglesia a ser imagen del Dios Único en Tres
Personas (Homilía, 3 de junio).
*Dios creó el ser humano hombre y mujer, con la misma dignidad, pero también
con características propias y complementarias, para que los dos fueran un don
el uno para el otro, se valoraran recíprocamente y realizaran una comunidad de
amor y de vida (Homilía, 3 de junio).
*El
amor
es lo que hace de la persona humana la auténtica imagen de la Trinidad, imagen
de Dios (Homilía, 3 de junio).
*Queridos esposos, viviendo el matrimonio no os dais cualquier cosa o
actividad, sino la vida entera (Homilía, 3 de junio).
*Vuestro amor es fecundo, en primer lugar, para vosotros mismos, porque
deseáis y realizáis el bien el uno al otro, experimentando la alegría del
recibir y del dar (Homilía, 3 de junio).
*Es fecundo también en la procreación, generosa y responsable, de los hijos,
en el cuidado esmerado de ellos y en la educación metódica y sabia (Homilía, 3
de junio).
*Es fecundo, en fin, para la sociedad, porque la vida familiar es la primera e
insustituible escuela de virtudes sociales, como el respeto de las personas,
la gratuidad, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación
(Homilía, 3 de junio).
*Queridos esposos, cuidad a vuestros hijos y, en un mundo dominado por la
técnica, transmitidles, con serenidad y confianza, razones para vivir, la
fuerza de la fe, planteándoles metas altas y sosteniéndolos en la debilidad
(Homilía, 3 de junio).
*También
vosotros, hijos, procurad mantener siempre una relación de afecto profundo y
de cuidado diligente hacia vuestros padres, y también que las relaciones entre
hermanos y hermanas sean una oportunidad para crecer en el amor (Homilía, 3 de
junio).
*El proyecto de Dios sobre la pareja humana encuentra su plenitud en
Jesucristo, que elevó el matrimonio a sacramento (Homilía, 3 de junio).
*Queridos esposos, Cristo, con un don especial del Espíritu Santo, os hace
partícipes de su amor esponsal, haciéndoos signo de su amor por la Iglesia: un
amor fiel y total (Homilía, 3 de junio).
*Queridas familias, pedid con frecuencia en la oración la ayuda de la Virgen
María y de san José, para que os enseñen a acoger el amor de Dios como ellos
lo acogieron (Homilía, 3 de junio).
*Queridas familias, vuestra vocación no es fácil de vivir, especialmente hoy,
pero el amor es una realidad maravillosa, es la única fuerza que puede
verdaderamente transformar el cosmos, el mundo (Homilía, 3 de junio).
*El domingo es el día de la familia, en el que se vive juntos el sentido de la
fiesta, del encuentro, del compartir, también en la participación de la santa
Misa (Homilía, 3 de junio).
*Queridas familias, a pesar del ritmo frenético de nuestra época, no perdáis
el sentido del día del Señor. Es como el oasis en el que detenerse para
saborear la alegría del encuentro y calmar nuestra sed de Dios (Homilía, 3 de
junio).
*Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra
existencia que han de encontrar un equilibrio armónico (Homilía, 3 de junio).
*Armonizar el tiempo del trabajo y las exigencias de la familia, la profesión
y la paternidad y la maternidad, el trabajo y la fiesta, es importante para
construir una sociedad de rostro humano (Homilía, 3 de junio).
*Puesto que el amor es absoluto y quiere todo, también la totalidad del
tiempo: es «para siempre» (Intervención, 6 de junio).
*El paso del enamoramiento al noviazgo y luego al matrimonio exige diferentes
decisiones, experiencias interiores. Como he dicho, es bello este sentimiento
de amor, pero debe ser purificado, ha de seguir un camino de discernimiento,
es decir, tiene que entrar también la razón y la voluntad; han de unirse
razón, sentimiento y voluntad (Intervención, 6 de junio).
*En el rito del matrimonio, la Iglesia no dice: «¿Estás enamorado?», sino
«¿quieres?», «¿estás decidido?». Es decir, el enamoramiento debe hacerse
verdadero amor, implicando la voluntad y la razón en un camino de
purificación, de mayor hondura, que es el noviazgo, de modo que todo el
hombre, con todas sus capacidades, con el discernimiento de la razón y la
fuerza de voluntad, dice realmente: «Sí, esta es mi vida» (Intervención, 6 de
junio).
*Invito a todos los matrimonios a mirar su ejemplo de valentía y a ayudar así
a otros a ver la familia como un don de Dios y como ámbito privilegiado en el
que los niños pueden «nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo
integral» (Discurso, 9 de junio de 2012).
SEPTIEMBRE
*El amor conyugal se inserta en la alianza definitiva entre Dios y su pueblo,
sellada plenamente en el sacrificio de la cruz (Exhortación Apostólica-58, 14
de septiembre).
*El amor conyugal no se construye en un momento, sino que es el proyecto
paciente de toda una vida (Exhortación Apostólica-58, 14 de septiembre).
*Llamada a vivir cotidianamente el amor en Cristo, la familia cristiana es un
instrumento privilegiado de la presencia y la misión de la Iglesia en el mundo
(Exhortación Apostólica-58, 14 de septiembre).
*El respeto de la vida en todas sus fases, desde la concepción hasta su ocaso
natural —con el consiguiente rechazo del aborto procurado, de la eutanasia y
de toda práctica eugenésica—, es un compromiso que se relaciona efectivamente
con el del respeto del matrimonio, como unión indisoluble entre un hombre y
una mujer y como fundamento a su vez de la comunidad de vida familiar
(Discurso, 22 de septiembre).
*En la familia, «fundada en el matrimonio y abierta a la vida», la persona
experimenta la comunión, el respeto y el amor gratuito, recibiendo al mismo
tiempo —del niño, del enfermo, del anciano— la solidaridad que necesita
(Discurso, 22 de septiembre).
*La familia también constituye el principal y más
decisivo ámbito educativo de la persona, a través de los padres que se ponen
al servicio de los hijos para ayudarles a sacar («e-ducere»)
lo mejor de sí (Discurso, 22 de septiembre).
*La familia, célula originaria de la sociedad, es raíz que alimenta no sólo a
cada persona sino también las mismas bases de la convivencia social (Discurso,
22 de septiembre).
NOVIEMBRE
*A
través del amor, el hombre y la mujer experimentan de manera nueva, el uno
gracias al otro, la grandeza y la belleza de la vida y de lo real (Audiencia,
4 de noviembre).
*Un lugar privilegiado para hablar de Dios es la
familia,
la primera escuela para comunicar la fe a las nuevas generaciones (Audiencia,
28 de noviembre).
*En la tarea educativa es importante ante todo la
vigilancia, que significa saber aprovechar
las ocasiones favorables para introducir en familia el tema de la fe y para
hacer madurar una reflexión crítica respecto a los numerosos condicionamientos
a los que están sometidos los hijos (Audiencia, 28 de noviembre).
*Esta atención de los
padres
es también sensibilidad para recibir los posibles interrogantes religiosos
presentes en el ánimo de los hijos, a veces evidentes, otras ocultos
(Audiencia, 28 de noviembre).
* Es importante ayudar a todos los miembros de la familia a comprender que la
fe no es un peso, sino una fuente de alegría profunda; es percibir la acción
de Dios, reconocer la presencia del bien que no hace ruido; y ofrece
orientaciones preciosas para vivir bien la propia existencia (Audiencia, 28 de
noviembre).
*Finalmente, la
capacidad de
escucha y de diálogo: la familia debe ser un
ambiente en el que se aprende a estar juntos, a solucionar las diferencias en
el diálogo recíproco hecho de escucha y palabra, a comprenderse y a amarse
para ser un signo, el uno para el otro, del amor misericordioso de Dios
(Audiencia, 28 de noviembre).
DICIEMBRE
*También la estructura natural del matrimonio debe ser reconocida y promovida
como la unión de un hombre y una mujer, frente a los intentos de equipararla
desde un punto de vista jurídico con formas radicalmente distintas de unión
que, en realidad, dañan y contribuyen a su desestabilización, oscureciendo su
carácter particular y su papel
insustituible en la sociedad (Mensaje, 8 de diciembre).
*La familia tiene como vocación natural promover la vida: acompaña a las
personas en su crecimiento y las anima a potenciarse mutuamente mediante el
cuidado recíproco (Mensaje, 8 de diciembre).
*La familia cristiana lleva consigo el germen del proyecto de educación de las
personas según la medida del amor divino (Mensaje, 8 de diciembre).
*Es necesario tutelar el derecho de los padres y su papel primario en la
educación de los hijos, en primer lugar en el ámbito moral y religioso
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Ninguno puede ignorar o minimizar el papel
decisivo de la familia, célula base de la sociedad desde el punto de vista
demográfico, ético, pedagógico, económico y político (Mensaje, 8 de
diciembre).
*En el tema de la familia no se trata únicamente de una determinada forma
social, sino de la cuestión del hombre mismo; de la cuestión sobre qué es el
hombre y sobre lo que es preciso hacer para ser hombres del modo justo
(Discurso, 21 de diciembre).
*El hombre sólo logra ser él mismo en la entrega de sí mismo, y sólo
abriéndose al otro, a los otros, a los hijos, a la familia; sólo dejándose
plasmar en el sufrimiento, descubre la amplitud de ser persona humana
(Discurso, 21 de diciembre).
AÑO 2013
ENERO
*La Iglesia reafirma su gran sí a la dignidad y a
la belleza del matrimonio como expresión de alianza fiel y fecunda entre un
hombre y una mujer, y el no a filosofías como la del
gender
se motiva en que la reciprocidad entre lo masculino y lo femenino es expresión
de la belleza de la naturaleza querida por el Creador (Discurso, 19 de enero).
*El vínculo esponsal, aun siendo realidad natural, entre bautizados ha sido
elevado por Cristo a la dignidad de sacramento (Discurso, 26 de enero).
*El pacto indisoluble entre hombre y mujer no
requiere, para los fines de la sacramentalidad, la fe personal de los
nubendi;
lo que se requiere, como condición mínima necesaria, es la intención de hacer
lo que hace la Iglesia (Discurso, 26 de enero).
*Sólo abriéndose a la verdad de Dios, de hecho, es posible comprender, y
realizar en la concreción de la vida también conyugal y familiar, la verdad
del hombre como su hijo, regenerado por el Bautismo (Discurso, 26 de enero).
*La fe en Dios, sostenida por la gracia divina, es por lo tanto un elemento
muy importante para vivir la entrega mutua y la fidelidad conyugal ( Discurso,
26 de enro).
*La fe es importante en la realización del
auténtico bien conyugal, que consiste sencillamente en querer siempre y en
todo modo el bien del otro, en función de un verdadero e indisoluble
consortium
vital (Discurso, 26 de enero).
*No es siempre fácil hablar hoy de paternidad.
Sobre todo en el mundo occidental, las familias disgregadas, los compromisos
de trabajo cada vez más absorbentes, las preocupaciones y a menudo el esfuerzo
de hacer cuadrar el balance familiar, la invasión disuasoria de los
mass media en el
interior de la vivencia cotidiana: son algunos de los muchos factores que
pueden impedir una serena y constructiva relación entre padres e hijos
(Audiencia, 30 de enero).
Recopilados por: P. Mariano Esteban Caro
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